Sorzano se ha unido en un emotivo acto para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El Consistorio ha llevado a cabo una iniciativa que reunió a toda la comunidad frente a un mural diseñado con cepas. El evento tuvo como objetivo central plasmar las manos de los habitantes del municipio llenas de color, simbolizando así la unidad en contra de la violencia de género.
La iniciativa, respaldada por el Ayuntamiento de Sorzano en representación de todas las personas que conforman este municipio, se erige como un firme rechazo a la violencia de género. El alcalde, Javier Poyales, ha expresado la importancia de plantarle cara a este problema social, destacando que la violencia y los malos tratos no son asuntos privados, sino que son cuestiones que deben ser abordadas con “tolerancia cero”.
“Debemos unirnos como sociedad para combatir la violencia en todas sus formas. Este no es solo un problema de las víctimas, sino un desafío social que todas las personas debemos afrontar”, ha subrayado Poyales.
En un contexto donde la igualdad y el respeto son valores fundamentales, el Ayuntamiento de Sorzano reafirma su compromiso en seguir creciendo como sociedad libre de violencia, ya sea física, verbal o psicológica. La actividad del sábado no solo fue un llamamiento a la acción sino también un recordatorio de que la lucha contra la violencia de género es responsabilidad de toda la sociedad.
La participación masiva de la comunidad en este evento subraya la unidad de Sorzano en su compromiso por construir una sociedad más justa e igualitaria. El mural con las manos llenas de color se convierte así en un símbolo tangible de la determinación de la comunidad en erradicar la violencia de género y avanzar hacia un futuro donde todas las personas vivan libres de miedo y violencia.
