La Jefatura Superior de La Rioja, al igual que el resto de comisarías del país, cuenta con un interlocutor policial sanitario cuya tarea es coordinar, cooperar, desarrollar y ejecutar las actuaciones relacionadas con la violencia hacia el personal sanitario.
Esta figura, que en La Rioja es ocupada por el inspector de la Policía Nacional David Velasco, actúa desde la prevención y la autoprotección y se ha creado para que este tipo de agresiones a sanitarios cesen. Para ello se mantienen reuniones continuas con el sector sanitario para establecer una comunicación bilateral y adoptar así las medidas de seguridad necesarias para disminuir estos riesgos. Así mismo, se ofrece asesoramiento a los centros de salud que lo soliciten para prestar apoyo y formar a sus profesionales.
En La Rioja son diversas las agresiones a personal sanitario que se han sucedido en los últimos meses. La última, esta misma semana cuando un individuo amenazó a un médico y una auxiliar de un centro de salud de Logroño por no ser atendido cuando no era turno. El hombre, un conocido ya de la justicia, acabó detenido por la Policía Nacional. Situación que ha provocado que sindicatos como UGT reclamen a la Consejería de Salud protección para los trabajadores del SERIS.
Días antes la Policía Local de Logroño detuvo de madrugada a un individuo que había intentado agredir a varios sanitarios en la vía pública a quienes persiguió con un cuchillo y una porra. Y si echa la vista un poco más atrás, trágico fue el suceso que conmocionó a todo un pueblo y a la región en general el pasado 4 de septiembre, cuando se produjo un atropello múltiple en el centro de salud de Haro que se saldó con la muerte de un trabajador de ambulancias y cinco heridos de diferente consideración, tres de ellos trabajadores de este centro. Un hecho que también derivó en la movilización de numerosas personas frente al Parlamento de La Rioja para exigir mayor protección para estos trabajadores.
