Que en el campo falta relevo generacional no es cosa nueva, pero sí sorprende ver a una cuadrilla de jóvenes rodear una finca de olivos con mantas, cunachos, varas y rastrillos para recoger las olivas de la temporada. Un agricultor de San Asensio ha estrenado la campaña con varias manos ayudantes que han pasado la mañana de este miércoles vareando unos 100 árboles ubicados en una finca ubicada en el entorno del Castillo de Davalillo.
Se trata de los estudiantes de la FP Básica y Grado Medio en Actividades Agropecuarias del colegio de La Salle de San Asensio, quienes han participado en una clase práctica para conocer de cerca cómo se vive la recolección de la aceituna. Cerca de medio centenar de alumnos han recogido unos 600 kilos de la variedad ojiblanca de una finca cedida al centro para el desarrollo de las actividades agrícolas como son también la poda o el laboreo del suelo.
“Es una buena experiencia para los chavales. Algunos están más familiarizados con este cultivo porque sus familias tienen olivos y han participado en esa recogida, pero para otros muchos es una tarea totalmente nueva y se meten de lleno. Han tirado tanto de rastrillo manual, lo que se conoce como ordeño, como de vara y también de vareador mecánico. Y por supuesto, arrastrando las mantas de olivo a olivo”, apunta Diego Enciso, tutor de los estudiantes.
La finca, aunque habitualmente suele traer poca producción, sorprendentemente se ha lucido este año y ha dejado unos olivos cargados de fruto, a diferencia del panorama que muestran otras explotaciones de la región donde la flor no ha cuajado del todo bien.
Las olivas recolectadas han ido directas a la Almazara El Alberque de Ollauri que esta misma jornada ha abierto sus puertas a una nueva campaña. “Procuramos que los estudiantes vean todas las etapas de producción en una diversidad de cultivos. Ya en el centro, donde tenemos seis olivos, habíamos visto la recogida de la oliva, pero ha sido en la finca de este agricultor donde han podido trabajar a lo grande”.
