Después de cinco años, el Rioverde Clavijo vuelve a disputar un partido de LEB Oro en el Palacio de los Deportes. Será frente al Real Betis Baloncesto (domingo 12:00), en la segunda jornada de competición. Media década después, Logroño quiere gozar con la canasta y convertir su pabellón en una caldera. En palabras del propio técnico Jenaro Díaz en un mensaje difundido por el club: “Es muy importante, la gente puede significar un jugador más. Es un momento familiar interesante, todos pueden venir a vera un equipo que lo va a dar todo”. Ya durante el pasado playoff de ascenso, a finales de la temporada pasada, se empezó a vivir una fiesta en las gradas. Liderada, cómo no, por la Peña El Mate. Infatigables.
Los logroñeses llegan tras caer por 92-56 frente al HLA Alicante, en un encuentro en el que, prácticamente, no hubo opciones. Los logroñeses quedaron sentenciados en el primer cuarto (28-6). En cierta forma, pagaron la novatada ante un equipo llamado a la lucha por el ascenso a ACB. En medio de una liga con tanto gigante, la misión es sobrevivir. Y para ello, la obligación es competir ante cualquiera.
Eso sí, el rival es de entidad. Los béticos acaban de descender desde ACB y también saldaron su primer jornada con derrota, ante el Leyma Coruña (77-81). Urgidos a regresar a la élite, los sevillanos cuentan en sus filas con Niko Rakocevik, ex del Clavijo. Entrenados por Javier Carrasco, cuentan con otras piezas interesantes como Kruzwig, Pacheco o Almazán. Ante tanta calidad, el ruido del público resulta más necesario que nunca.
