Justo ahora que los riojanos nos hemos acostumbrado al clima californiano e, incluso, acusamos cierta pachorra más propia de latitudes tropicales, el ‘veroño’ comienza a dar señales de caducidad en el horizonte. La mala noticia es que si estabas esperando al fin de semana para reforzar tu bronceado, pues va a ser que no. Porque ahí es cuando se va a producir la decadencia de este verano tardío en La Rioja… y lo vas a notar.
Porque muy insensible tienes que ser para no percatarte de que las temperaturas máximas caigan doce grados en solo 48 grados, provocando atascos en el camino hacia el trastero para recuperar la ropa de abrigo al pasar de los 28 grados de máxima del viernes a los 16 del domingo. Unos valores máximos que la pasada semana constituían las temperaturas más bajas de la jornada.
La culpa de este refrescón que, ahora sí, pondrá las cosas en su orden natural la tiene un frente atlántico, ya debilitado, que atravesará a partir del fin de semana la mitad oriental peninsular y las islas Baleares, dejando cielos nubosos a su paso, con probabilidad de precipitaciones débiles y dispersas en el este de la Meseta, Aragón y los Pirineos.
La Aemet advierte de que “es probable que le suceda otro frente atlántico” que provocará importantes contrastes en función de qué zona de la península visites, ya que “las temperaturas aumentarán en el área mediterránea y descenderán en el resto de la Península, de modo notable en el área cantábrica”.
