Había ganas y se notaba desde primera hora de la mañana. Ser una de las últimas fiestas riojanas tiene lo suyo y, después de disfrutar de las del resto de los municipios, los arnedanos querían vivir las suyas y hacerlo como sólo ellos saben.
Mayores y pequeños enfundados en su ropa blanca impoluta, con los pañuelos atados al cuello y las blusas rojas y verdes han esperado entre almuerzos y preparativos a que diesen las doce de la mañana para acercarse a la plaza del ayuntamiento y ver, un año más, como la Bomba salía por los aires para con ella dar comienzo a los festejos en honor a San Cosme y San Damián.
Trajín dentro del ayuntamiento con la colocación del pañuelo a los representantes de las peñas e ilusión fuera de sus puertas donde todos han esperado con ganas el inicio de unos festejos que ponen punto final al calendario festivo riojabajeño.
Palabras de ilusión y de nervios a pesar de comenzar la tercera legislatura prendiendo ‘bombas’ por parte del alcalde Javier García y después polvos talco, harina, vino, cerveza y demás complementos han protagonizado sólo una parte del acto, esa en la que estaban los más jóvenes.
Por delante más de 200 actividades hasta el próximo 2 de octubre que los arnedanos entonen el ‘Pobre de mí’. Actuaciones musicales, degustaciones, actividades de las peñas, espectáculos taurinos y teatrales, además de las marionetas de Gorgorito y los partidos de pelota protagonizan los actos de las fiestas arnedanas.
