Logroño ha celebrado este sábado la XIII Exaltación de la chuletilla con más mil personas echadas a la calle para asar y, sobre todo, degustar este manjar asociado a la cultura riojana.
Igual que las patatas o el bacalao a la riojana, La Rioja reivindica como propia a la “chuletilla”, no porque sea un producto exclusivo y propio, sino por la forma de prepararlo y la tradición en torno a ella, sobre todo con la idea de degustarla en cuadrilla.
Hace algo más de una década desde las peñas de Logroño surgió la idea de “continuar” las fiestas de San Mateo, que oficialmente concluyeron este viernes, con esta exaltación multitudinaria de la chuletilla que, en realidad, es una “gran quedada” para continuar el programa de fiestas.
EFE/Raquel Manzanares
Así, en una de las principales arterias de la ciudad cortada al tráfico, Avenida de Colón, se han dispuesto desde antes de mediodía medio centenar de cuadrillas -el máximo que podía aceptar la organización- que cuentan con una mesa, una “gavilla” de sarmientos y una parrilla ofrecida por la organización.
Poco a poco han prendido las hogueras que, como mandan los cánones, deben arder hasta quedar en brasas -siempre de sarmiento de viña- para disponer sobre ellas las parrillas llenas de chuletas.
En realidad, los organizadores facilitan a las cuadrillas dos kilogramos de chuletas de cordero, pero eso es prácticamente una excusa, porque todos aportan más junto a embutidos, otros productos de cerdo para asar, ensaladas, aperitivos y vino, mucho vino.
Esa es, en definitiva, la característica cultural de las chuletillas riojanas, que sirven de excusa para unir en torno a una mesa, de bodega a ser posible, alimentos y multitud de amigos, familiares, compañeros de asociación y prácticamente a todo el que pase por allí.
Las chuletas se han asado desde primera hora para dar paso luego a otros productos, aunque la previsión es que la fiesta continúe en esta calle hasta primera hora de la tarde, siempre pare rendir homenaje a la chuletilla y “para que cada uno la coma a su gusto, más o menos hecha, no hay una norma”.
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Así lo ha explicado a EFE el presidente de la Federación de Peñas de Logroño, Daniel Barrón, que ha recordado que en San Mateo “hay una chuletada tradicional, el día 21, pero con este acto queríamos continuar la fiesta, porque la gente quiere seguir en la calle”, ha recalcado.
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También ha llamado la atención sobre que “aunque no lo parezca, no es fácil hacer bien una chuletilla” pero “tampoco hay nada establecido, al final depende mucho del gusto de los comensales” y “esto tampoco es un concurso, solo queremos venir a pasar un buen rato” aunque “se puede alargar, con el postre el café y la partida, hasta seis horas”.
