El semblante de los viticultores va cambiando con cada día que pasa. Las lluvias y el calor han hecho de los racimos ya dejan ver signos de botrytis por esa sobremaduración de las bayas. Ya lo indica el séptimo boletín de maduración emitido este miércoles por el Consejo Regulador de la DOCa en relación a los análisis realizados el pasado 18 de septiembre, que revelan “un paulatino avance de la maduración, si bien se observa en general una estabilización en todos los parámetros madurativos”.
Es por ello que se pide poner especial atención a esos posibles focos que puedan aparecer en viñedo y que pueden provocar alteraciones, por lo que “en estos momentos es relevante condicionar la vendimia al estado sanitario de la uva”, aunque por el momento los análisis arrojan que las condiciones sanitarias y vegetativas en campo “son correctas”.
De igual forma, los técnicos del Consejo han observado cómo la acidez tiende a la baja, con una lenta degradación del ácido málico, mientras que el peso de la baya se mantiene estable (dentro de los valores considerados como medios). A nivel global y en términos generales, se confirma el “retraso y la irregularidad madurativa”, estimándose entre 7 y 10 días, destacando así el “significativo retraso” de las cepas de viura en la zona de Rioja Alta.
A pesar de ello, las bodegas ya han puesto en marcha toda su artillería entre remolques, cestos y sacauvas para que el olor a mosto inunde ya toda la denominación. Hasta la fecha, el total de kilos recepcionados asciende a 93.645.329, de los que 70 millones corresponden ya a tintas.
Un acelerón que se ha notado especialmente en las últimas dos jornadas, aunque el balance total continúa mostrando la diferencia de velocidad que lleva esta vendimia respecto a la anterior, cuando el 19 de septiembre ya se habían cortado 163 millones de kilos. Más similitudes hay entre esta campaña y la de 2020, cuando por estas fechas ya se superaban los 87 millones de kilos de uva.
Por zonas, Rioja Oriental sigue abanderando la vendimia con 56.139.230 kilos, el 60 por ciento del total de la producción, y con la cosecha de las uvas tintas ya generalizada en la mayoría de bodegas y cooperativas.
Todo en marcha también por Rioja Alta con cerca de 23 millones de kilos ya recepcionados, y por Rioja Alavesa, donde la cosecha va cogiendo fuerza en los pequeños parajes al otro lado del Ebro, de donde se han recogido ya un total de 14.619.565 kilos de uva.
