Día grande en Logroño y novedad en la plaza de toros de La Ribera. El próximo jueves presidirá la plaza de toros la Inspectora Jefa Genoveva Armero Simarro, actualmente Jefa de la Comisaría Local de Hellín (Albacete) y Presidenta de la Plaza de Toros de Albacete desde 2017. Así será la primera vez en la historia de los toros en Logroño que una mujer presida la plaza.
Armero Simarro ha presidido también en las plazas de toros de Toledo, Villarrobledo y Tarazona de la Mancha. Previo a sus funciones de Presidente ha ejercido como Delegada Gubernativa de la Plaza de Toros de Albacete desde el año 2011 hasta 2017.
La inspectora Jefa es una experta, y participa como docente, en los cursos de formación de equipos Gubernativos y Presidentes de plazas de toros, organizados por la División de Formación y Perfeccionamiento de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía. Igualmente ha participado en numerosas ocasiones como ponente en charlas organizadas por Organizaciones taurinas de Albacete, Hellín, Villarrobledo, Tarazona de la Mancha, así como en el Ateneo de Valencia.
Este martes, Jaime Fernández
El Inspector de Policía Nacional, Jaime Fernández Remis, destinado en esta Jefatura Superior de Policía de La Rioja, ejerce la presidencia de la Plaza de Toros ‘La Ribera’ de Logroño por primera vez en estas fiestas de San Mateo, habiendo ejercido la presidencia como suplente en las pasadas fiestas de Calahorra, siendo Delegado Gubernativo desde hace dos años.
El Inspector ejercerá la presidencia por primera vez, siendo la autoridad que dirige el espectáculo y garantiza el normal desarrollo del mismo y su ordenada secuencia, exigiendo el cumplimiento exacto de las disposiciones en la materia, proponiendo, en su caso, a la Administración competente la incoación de expediente sancionador por las infracciones que se cometan. En sus funciones está asesorado por un técnico taurino y un veterinario, teniendo este siempre la última palabra en la toma de decisiones.
El Presidente dispone de cinco pañuelos, con diferentes colores: blanco es el que marca el inicio de la corrida, la salida de cada toro, los cambios de tercio, los avisos y los trofeos; el color verde indica que los toros vuelven a los corrales por problemas físicos; el rojo ordena que se le pongan banderillas negras al toro, cuando es de tal mansedumbre que no va hacia el caballo; el azul concede la vuelta al ruedo del animal y el público la pide reconociendo la buena condición del toro y naranja, en las plazas que gozan de esta categoría, se puede llevar al efecto, lo que constituye el reconocimiento máximo de un toro, lo que le concede el indulto y vuelta al campo.
Existen diferentes trofeos el primero de ellos es la oreja, el segundo sería otra oreja y el tercero y máximo galardón de la faena sería el rabo.
Entre sus funciones más destacadas el día antes del festejo, se realiza el desembarque y pesaje, llevando a cabo en unión de los veterinarios designados al efecto, el primer reconocimiento veterinario, levantando el acta en la que se declaran inútiles o no útiles los astados. Esta labor se repite el día del festejo antes del sorteo y de ello se levanta otra acta que debe exponerse al público para su conocimiento. Supervisan el sorteo, reciben los lotes y el orden de lidia de las cuadrillas, partiendo con celeridad a los chiqueros, para comprobar que se encierran los astados sin problemas en sus correspondientes toriles.
Esos días de toros, tiene el tiempo justo para asearse del ajetreo que llevan desde primeras horas de la mañana, y se personan en el coso para desprecintar banderillas y puyas. Comprueban los servicios sanitarios, médicos, uvi y el quirófano móvil que debe asistir desde hace años al coso. Luego al patio de caballos parte del equipo, para comprobar que están los espadas, caballos, alguaciles y en cuanto el presidente saque el pañuelo colocar a cada cual en su sitio para que el espectáculo comience.
