Un 24 de diciembre de 1997 cinco jóvenes llamados Kutxi, Colibrí, César, ‘Piñas’ y Alén se juntaron por primera vez en un local de ensayo a las afueras de Pamplona. 25 años después y con un montón de éxitos a sus espaldas, Marea se ha convertido en uno de los grandes referentes del rock español.
‘Los potros del tiempo’ es su nuevo disco. Once canciones que les han valido el disco de oro y el premio Odeón a mejor álbum rock 2023. Once canciones que llegan superando con creces las expectativas de venta más optimistas y que destilan el auténtico espíritu de Marea en cada rincón. Once canciones que sonarán ‘Sin riendas’ este sábado junto con sus clasicazos en la plaza de toros de Logroño.
– ¿Cómo está yendo la gira?
– Muy bien, estamos muy felices. Cuando sacamos el disco en diciembre y pusimos a la venta las entradas nos dimos cuenta de que todo el mundo estaba esperando, pero no dejamos de sorprendernos porque además del disco de oro y premio Odeón a mejor álbum rock, hemos cuadruplicado la asistencia a los conciertos, y eso es muy buena noticia. No nos lo explicábamos, porque decían que el rock estaba fatal, pero, en esta época en la que otras músicas están copando los medios, somos nosotros los que llenamos. Se apoya mucho mediáticamente a ciertos estilos y se tira a otros para atrás, pero al final sale Marea y lo vendemos todo.
Foto: Fernando Lezaun
– ¿Cómo es el público de Marea? ¿Las nuevas generaciones siguen enganchándose al rock?
– Nos hace mucha ilusión ver tanta gente joven como estamos viendo en esta gira. En la anterior ya pudimos percibir que habíamos enganchado a las nuevas generaciones, pero en esta lo estamos viendo de una manera mucho mayor. También somos conscientes de que ha habido una música con mensaje llamada urbana que está absorbiendo más, y que los los chavales escuchan más. Quizás porque nosotros no tenemos un mensaje tan para esa edad, pero aún así estamos consiguiendo renovar público y eso es un motivo de mucha satisfacción.
– Hablando de modas, ¿Marea se ha adaptado a ellas o ha seguido su camino?
– No no no no. Nosotros somos fieles a nuestro estilo porque no sabemos tampoco hacer otra cosa. No creemos que tengamos que adaptarnos para nada, para eso están las otras músicas. Hemos visto muchísimas modas pasar por delante de nuestras narices, crecer, parecer que iba a ser la hostia y luego bajar y estrellarse. Pero el rock seguirá ahí siempre, con su paso de dinosaurio pero firme.
– ¿Qué tienen las canciones del grupo para enganchar tanto?
– Precisamente porque son atemporales y no van destinadas a un hecho concreto. Hablan de sentimientos y sentimientos tenemos todos y las preocupaciones humanas son de las que hablamos en las canciones. Historias de portal y de la calle, historias de personas normales, y eso conecta con la gente. Por ejemplo, un sentimiento de angustia puede venir de diferentes situaciones, pero todos lo sentimos. Por eso nuestras canciones no tiene fecha de caducidad. También es cierto que tenemos a un auténtico humanista de los sentimientos haciendo las letras como es Kutxi Romero.
Foto: Fernando Lezaun
– ¿Cómo nace este nuevo disco y qué vamos a encontrar en ‘Los potros del tiempo’?
– Nace como todo lo nuestro. Nos apetece juntarnos porque tenemos diferentes ideas y empezamos a ponerlas en común. Va pasando el tiempo y te das cuenta de que ya tenemos un puñado de canciones y en este disco precisamente hablamos de eso, del paso del tiempo y de los 25 años que llevamos juntos. Una visión en este caso desde la positividad de poder decir que seguimos vivos y debemos disfrutar de cada momento, sin desperdiciar ni un segundo, porque vemos alrededor a gente muy próxima que no cruza el umbral de los 50. Por eso mismo hay que celebrar la vida y nosotros lo hacemos con lo que más nos gusta: sacando un disco y saliendo de gira.
– ¿Cúal es el secreto para que los directos sigan siendo tan potentes?
– Está claro que no somos los chavales de antes y esa energía ahora la tienes que entrenar y dosificar. Entrenamos en el gimnasio y con la bici toda la semana para dar lo mismo que antes dábamos. Hace años la energía venía sola, ahora hay que cuidarse, pero todo tiene sentido porque no hay nada mejor que poder dar el máximo en el escenario. Preparamos musical y físicamente el concierto que toque cada semana, y todo con el objetivo de devolver a la gente que ha comprado una entrada su confianza. Ahora somos mucho más conscientes de esto, antes eran todo más inconsciente porque la energía venía regalada, pero ahora hay que cuidarse más.
Twitter Marea
– Cuando vienen a La Rioja, ¿qué es lo primero que se les pasa por la cabeza?
– Somos muy parecidos los navarros y los riojanos, y por eso nos llevamos tan bien. Tenemos muy buenos amigos en La Rioja, por ejemplo Vuelo 505, que es un gran grupo, y hemos trabajado con ellos. Y Emilio, nuestro jefe de camerinos, es de Navarrete, ya lleva dos gira con nosotros y es una maravilla. Pero al margen de esto tenemos mucha relación con La Rioja. En la pasada gira, para ser una comunidad tan pequeña, hicimos dos conciertos y siempre es parado obligatoria. El público es ‘muy arriba’, le gusta el rock y le gusta disfrutar de los directos. Lo viven apasionadamente y es uno de los mejores públicos que hay en España de rock.
– ¿Marea es un grupo de música o un grupo de amigos?
– Marea es un grupo de música porque fundamentalmente hay un grupo de amigos, una lealtad de compañeros y una hermandad. Somos familia y eso es lo que produce todo lo demás. Sin eso no podría haber música nueva y seríamos un grupo más de los que hicieron su día unas canciones pero luego riñeron por los egos. Eso en Marea no pasa. Desde el primer momento hemos tenido clarísimo cuál es el papel de cada uno en la banda y nadie ha querido ser más. Es una ayuda y confianza constante entre todos y así han podido salir grandes tesoros y grandes canciones, en base al talento cultivado desde una gran amistad y de una gran hermandad.
Foto: Fernando Lezaun
– ¿Cómo se sienten dentro de la profesión?
– Como si estuviéramos empezando, porque por primera vez en la vida tenemos el control de todo y vemos hacia dónde queremos ir y somos conscientes de nuestra evolución personal y musical. Hacemos canciones para los chavales que somos ahora, no los que éramos antes. Ponemos banda sonora a los momentos de la vida acordes a lo que estamos viviendo. Ahora somos padres, hablamos menos de los pedos y empalmadas que nos hemos agarrado y más de los medicamentos que tenemos que tomar, pero eso es la vida real de la gente y eso no es nada malo. Somos gente normal.
