Los cunachos y vendimiadoras apuran la jornada de este viernes en las viñas de Rioja por lo que pueda venir este fin de semana. La Agencia Estatal de Meteorología ha activado el aviso naranja por tormentas para este sábado. Un temporal que podrá venir acompañado incluso de granizo y que es probable que deje acumulaciones de agua de hasta 30 litros por metro cuadrado en cosa de una hora.
El chaparrón que anuncian las predicciones meteorológicas también para el domingo ocupa, en menor o mayor grado, prácticamente todo el mapa de la denominación, aunque los viticultores ya están acostumbrados a que no todo lo que se avisa luego se haga realidad. Por si acaso, la mayoría ya ha reorganizado su calendario de vendimias para no dejar sin vendimiar lo que se pueda cortar hoy y meterlo cuanto antes en bodega para evitar posibles sobremaduraciones. Y es que en esta campaña, las tintas más tempranas se han adelantado ligeramente, mientras que gran parte de las blancas ya están fuera de peligro.
Carlos Mazo se encuentra esta tarde inmerso en la recogida de una garnacha en la zona de Autol, a los pies del monte Yerga. Ya va por la segunda viña de tinto de estas vendimias, y aún le quedan otras cuatro, pero ha preferido asegurarse el cobijo de estas uvas por lo que pueda pasar: “La uva está muy buena, pero justo en esta parcela me daba miedo que tras las lluvias luego tuviera que esperar muchos días para poder entrar porque tampoco sabemos cuantos litros acabarán cayendo. He preferido que esta garnacha esté el fin de semana en los depósitos”.
Para este joven elaborador de Aldeanueva de Ebro el agua que venga este fin de semana “bienvenida será”, siempre y cuando no venga acompañada (aún recuerda las tormentas del día de San Fermín que destrozaron los caminos a su paso). Y es que “las viñas lo van a agradecer porque la necesitan, sobre todo en esos terrenos arcillosos y, especialmente, vendrá muy bien para esas garnachas tardías para las que se suele esperar al agua de la vendimia, que les ayuda a hincharse y así, si andan entre los 15 o 16 grados, con esa humedad se rebaja el grado y entran más frescas”.
Carlos comenzó la campaña el pasado 21 de agosto con las tintas, mientras que luego ha ido sucediéndose más a trompicones entre blancas y tintas. Ahora, asegura, ya está en “plena vendimia” y con la tranquilidad de que el año viene “muy sano” a pesar de las últimas calores: “Hubo parcelas que se quemaron en el lado que pega el sol por la tarde. Yo tengo algo fastidiado y tendré que seleccionar racimos, pero gracias a las lluvias de junio y julio hemos podido sacar el año, además del riego que siempre ayuda en veranos tan secos como este”.
Y mientras se reconforta al ver esos racimos ya en los cestos, las primeras gotas de la Dana ya comienzan a descolgarse del cielo cumpliendo así el pronóstico de la Aemet. “Ya me están avisando de que tengo que arrear”, ríe. “Es probable que nos pille la lluvia ya en el tractor, llevando las uvas a descargar, así que vamos a darnos prisa. Una vez pase el temporal, la semana que viene, y el suelo se vuelva a secar, la vendimia se volverá a retomar normal en esta zona porque dudo mucho que haya focos de botrytis. Si es que no ha llovido en dos meses. De lo que estoy seguro es que el agua que caiga va a mejorar la calidad de la uva de esta añada”.
En la ribera del Ebro, la vendimia todavía no ha comenzado para los socios de la Cooperativa Bodegas Aradón de Alcanadre. La agenda fijada estima en el próximo lunes el inicio de campaña, “pero todo se verá en función de las lluvias que vengan este fin de semana”. Su presidenta, Águeda Gil, no muestra preocupación alguna por ello ya que las previsiones apenas estiman unos 17 litros para el sábado, y poca probabilidad para el domingo, “así que si cae algo se retrasará un día la vendimia y ya”. Aquí el blanco se encuentra en buenos parámetros, pero no así el tinto, “con racimos que están todavía sin madurar y que al vez no lleguen a alcanzar el punto óptimo a causa de los calores de agosto y la carga que tienen”.