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La producción industrial crece más de tres puntos en La Rioja, mientras cae en España

La producción industrial de La Rioja creció en junio pasado el 3,4 por ciento con respecto al mismo mes de 2022, según el índice de producción industrial (IPI) de junio publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística español (INE).

En España, la producción bajó un 1,4 por ciento en junio, 1,4 puntos porcentuales menos que la tasa registrada en mayo (0 %) y debido principalmente al descenso pronunciado de la energía, un 9,5 por ciento.

El IPI muestra una persistencia de la tendencia irregular del año, con subidas en enero (1,4 %) y marzo (5,4 %) y descensos en febrero (del 0,5 %), abril (del 4,2 %) y ahora en junio. Además de la energía, los sectores que tiraron a la baja de la producción industrial fueron los bienes de consumo duradero, que bajaron un 3,3 por ciento, y los intermedios, un 3,1 por ciento; mientras que subieron los bienes de equipo (4,6 %) y los de consumo no duradero (1,7 por ciento).

Los datos detallados muestran que las ramas de actividad que más aumentaron fueron la fabricación de productos farmacéuticos (18,7 por ciento), la fabricación de otro material de transporte (15,9 por ciento), la de productos informáticos, electrónicos y ópticos (15,8 por ciento) y la de material y equipo eléctrico (15,5 por ciento).

Por el contrario, se contrajeron con fuerza las industrias extractivas (un 25,8 por ciento), la confección de prendas de vestir (un 15,6 %) y las artes gráficas y reproducción de soportes grabados (12,7 por ciento). Una vez corregidos los datos de los efectos estacionales y de calendario, el IPI muestra una caída del 3 por ciento interanual, 2,4 puntos inferior a la registrada en mayo.

En términos mensuales, la producción industrial bajó en junio un 1 por ciento, 1,5 puntos inferior a la observada en mayo. Todos los sectores, excepto bienes intermedios que se mantiene sin variación, presentan tasas mensuales negativas.
Los mayores descensos se produjeron en bienes de equipo, con un descenso del 1,2 %, seguido de bienes de consumo no duradero, un 0,8 % menos, y energía, un 0,5 por ciento menos.

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