La fama de Arnedillo trasciende a quienes acuden a la localidad en busca de los beneficios de sus aguas termales o a disfrutar de la calidad de sus vecinos. Desde hace una década, el primer día de agosto tiñe de arcoíris las calles del municipio con motivo del Orgullo Rural, una celebración que precede a sus fiestas patronales.
La comitiva cada año es más numerosa y este martes coparon las calles de Arnedillo con la presencia de vecinos y cuadrillas disfrazadas, para dar un toque aún más lúdico a la jornada. El desfile comenzó a las ocho y media de la tarde y, al ritmo de una batucada, los participantes elogiaron la diversidad en la víspera del chupinazo de las fiestas, que este año tienen como pregonera a la futbolista Sara Iturriaga.
