La Ley de Memoria Democrática aprobada en octubre del año pasado dio un vuelco en las vidas de muchos ciudadanos con raíces españolas que gracias a esta norma tendrían la posibilidad de adquirir la nacionalidad española si sus padres o abuelos habían sido víctimas del exilio.
Una nueva legislación que desde entonces ha provocado una lluvia de solicitudes en las sedes de algunos municipios riojanos, especialmente del Camero Nuevo y Camero Viejo, procedentes de varios países de Latinoamérica. Se necesita para ello el certificado de nacimiento de la persona en cuestión, de aquel familiar que cruzó el charco en una época de guerra y penurias para buscarse la vida. Y sus descendientes interesados en conseguir la nacionalidad disponen de un plazo de dos años para formalizar la declaración desde la entrada en vigor de la disposición adicional octava de dicha Ley.
En Soto en Cameros llevan algo más de un centenar de peticiones y continúan recibiendo. “Está llegando una barbaridad de solicitudes de partidas de nacimiento, sobre todo de abuelos, pero eso genera cierto atasco en el consistorio porque son documentos antiguos que hay que buscar a mano, por lo que es un proceso lento y complejo, y la mínima plantilla del Ayuntamiento da para lo que da teniendo en cuenta que ya está saturado”, explica el alcalde, Pedro Elías.
De estas solicitudes estima que se están localizando en torno al 90 por ciento, ya que “algunos solicitantes te dan muchos datos de sus familiares pero otros tanto apenas te aportan información, lo que complica más la tarea”.
Reclamaciones que llegan vía email principalmente desde Argentina, pero también las hay de vecinos chilenos que buscan confirmar su parentesco con España. “Una vez se localiza la partida de nacimiento es el Juez de Paz quien debe firmarlo”, explica Elías. Pero hay más municipios. En Torrecilla de Cameros la estampa es muy similar, donde hasta el momento han recibido unas 120 solicitudes “y siguen llegando”.
Hasta Rabanera, incluso, llegó este pasado martes desde Argentina una familia en busca de esa documentación que certificara su parentesco con España. Un viaje largo pero que resultó satisfactorio gracias a que se localizó la partida de nacimiento. Situaciones que se han vivido de igual forma en la secretaría que gestiona las solicitudes llegadas a Laguna y Terroba, también abundantes, y que demuestra el claro y creciente interés en este asunto que a su vez ha colapsado a los pequeños ayuntamientos rurales. Ajamil ha recibido cinco solicitudes; Hornillos, ocho, y Leza ha tramitado cuatro, la mayoría de ellas recibidas vía telefónica.
En el Ayuntamiento de Nieva en Cameros han recibido hasta el momento 25 peticiones de partidas de nacimiento referidas a antiguos vecinos, algunos incluso nacidos en el siglo XIX. “Aquí el problema que tenemos es que en 1870 hubo un incendio en el pueblo y muchos archivos se perdieron, por lo que en algunos casos nos está costando encontrar esa información. Cuando no damos con ella, les remitimos a la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño por si pudieran tener allí las partidas de bautismo de dichas personas”, explican desde el Juzgado de Paz del municipio.
Reclamaciones que llegan de vecinos en particular, pero también provenientes desde bufetes de abogados que se ponen en contacto con el ayuntamiento para reclamar la documentación de varias personas. “Se están dando prisa porque cada vez queda menos tiempo y los trámites al final se alargan mucho”, así como también por temor a que un posible cambio de gobierno pueda modificar dicha normativa.