La Rioja

Los sindicatos exigen más personal en la Oficina de Extranjería “abocada al caos”

UGT, CCOO y CSIF se han concentrado este lunes frente a la Oficina de Extranjería para exigir la contratación urgente de más personal y solucionar la elevada carga de trabajo a la que está sometido el personal funcionario.

El delegado de UGT en la Oficina de Extranjería en La Rioja, Donato Joaquín Villoria, ha subrayado la situación de sobrecarga de las trabajadoras y los trabajadores, ya que, cuando se inauguró la sede situada en Avenida Solidaridad, llegaron a estar contratados 21 personas, y hoy solo quedan 7 trabajadores del personal administrativo y 4 jefes.

“En estos 11 años, la constante ha sido una continuada pérdida de personal y hoy estamos en una situación bastante grave”, ha criticado Villoria, quien ha añadido que UGT advirtió el año pasado de que antes o después se iba a producir una situación de colapso y no se puso freno.

En este sentido, ha explicado que en este primer semestre de 2023 se han marchado 4 personas más, por lo que la oficina está “bajo mínimos”. Además, se espera que, en los próximos meses, otro trabajador más cambie su destino, por lo que sólo quedarán 6 funcionarios.

“La situación de la Oficina de Extranjería está abocada al caos, no hay posibilidad de ordenar los expedientes administrativos que tenemos repartidos por armarios y sobre mesas, no damos abasto”, ha constatado Villoria. Ha señalado que los funcionarios “no tienen capacidad para asumir la carga de trabajo”, y ha indicado que se necesitaría el doble de personal de lo que son ahora para que la oficina funcione.

“Como mínimo se necesitan 7 funcionarios administrativos más, pero la condición idónea de personal son 14 funcionarios más de refuerzo, por lo que pedimos que se cubra una plantilla que está a la mitad”, ha exigido Villoria. Ha asegurado que “una empresa no puede funcionar con los trabajadores justos”, porque “una baja o un permiso por cualquier circunstancia como una maternidad afecta al trabajo de producción”.

En los últimos años, desde que se llevó a cabo el traslado de la Oficina a su actual emplazamiento, se ha producido una paulatina reducción en un 40 por ciento de la plantilla de trabajadores, siendo especialmente llamativo lo ocurrido en este año 2023 en el que sólo en los meses que llevamos de año han cesado en sus puestos de trabajo cuatro empleados públicos.

En este sentido, los funcionarios deben compaginar la actividad de sus propios puestos con la correspondiente a otros que en los últimos tiempos se han quedado vacantes. En ocasiones concretas y muy puntuales, se cubren una parte de esas vacantes, aunque de una manera meramente coyuntural, con interinos/as, y sólo durante unos meses.

Esto conlleva, además, un esfuerzo añadido para la plantilla de la Oficina de Extranjería, en la medida en que es ese mismo personal el que se ve obligado a asumir la formación del personal temporal de nueva incorporación, teniendo que dejar de realizar sus tareas habituales.

Por ello, existen dos consecuencias muy claras: la productividad del personal fijo desciende, dado a que se debe dedicar a la preparación de los nuevos compañeros interinos (los cuales resultan finalmente cesados cuando ya se encuentran capacitados para empezar a desarrollar las funciones que se les habían encomendado).

Además, la ciudadanía extranjera que acude a realizar sus gestiones ante la Oficina de Extranjería se ve perjudicada por estas razones en lo que afecta a sus derechos más fundamentales, como son el derecho a la libre circulación y el derecho a realizar su actividad laboral legalmente, haciéndose imprescindible una Administración más ágil y eficiente.

El volumen de expedientes que cada funcionario/a debe tramitar excede, y con mucho, la carga de trabajo que se puede considerar como recomendable para una actividad de esta responsabilidad.

A todo esto, hay que añadirle que el personal de la oficina de extranjería es de los peores retribuidos en la Administración General del Estado, con complementos específicos bajos y complementos de productividad insignificantes.

Por ello, desde UGT Servicios Públicos La Rioja exigimos la cobertura de las plazas vacantes y mejoras en las condiciones laborales y económicas en los puestos de trabajo de la Oficina de Extranjería.

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