Agricultura

Los regantes del Leza-Jubera abren la puerta a un riego modernizado

Un viñedo en el término de Murillo de Río Leza

La comunidad de regantes Valle del Leza-Jubera, que comprende a los municipios de Murillo de Río Leza, Agoncillo, Ribafrecha y Lagunilla del Jubera, se abastece hasta ahora de un riego a manta que nutre unas 2.100 hectáreas de viñedo, cereal, frutales y algo de huerta también. Pero el foco está puesto en un nuevo sistema de regadío, más moderno y con mayor alcance de superficie de la mano de la puesta en marcha de la presa Soto-Terroba.

El proyecto todavía se encuentra en una fase muy incipiente y el siguiente paso será publicar en los próximos meses el estudio con el que analizar las posibilidades más acordes a las necesidades de los agricultores en base a los recursos de la zona. Una en la que el suministro de agua siempre ha estado condicionado por un acusado estiaje, pero que es un valle potencial para transformas cultivos de secano a regadío.

“Pasarán unos años hasta que disfrutemos de este nuevo regadío, pero supondrá un avance importante para toda la agricultura de esta zona porque nos permitirá poner más frutales, además de un mejor aprovechamiento del agua ante el escenario de cambio climático. El río Jubera, por ejemplo, es eventual porque llegadas estas fechas se seca y ya no vuelve a bajar con agua hasta que no viene el invierno, así que necesitamos una seguridad para nuestros cultivos”, remarca el presidente de los regantes de esta zona, Ángel Sáenz.

En una primera fase de inscripción se apuntaron aproximadamente 400 hectáreas, pero, tras decidir ampliar la zona regable, la Consejería de Agricultura encargó un estudio en 2021 para la dinamización y movilización en el territorio hasta llegar a la superficie actual. Sáenz, sin embargo, confía en que cuando esté culminado el proyecto sean más los agricultores que se animen a formar parte de la comunidad.

“Hay que apostar por una seguridad hídrica ante esta realidad de cambio climático y eso pasa por una modernización y ampliación de las zonas regables que una los cultivos del Jubera a los del Leza, que sí cuentan con la presa Soto-Terroba. La idea no es incorporar nuevos cultivos a esta zona, sino que con las dotaciones que tenemos abandonar los riegos a manta y apostar por los de aspersión o goteo para que con el mismo agua se garanticen las producciones agrícolas”, incide la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo.

Tras realizar diferentes reuniones con la Junta de la Comunidad de Regantes y varias charlas informativas en los cuatro municipios implicados para concretar el número total de propietarios de fincas agrícolas interesados en este proyecto, se actualizó el estudio inicial con la superficie real para encargar el proyecto definitivo. “Este estudio inicial estimaba una inversión de unos 22,5 millones de euros, lo que supone unos 6.000 euros por hectárea sin ayuda pública como coste unitario de ejecución para el regante, pero estas cifras tenemos que actualizarlas con el nuevo estudio que estará ya finalizado en los próximos tres o cuatro meses. A partir de ahí tocará decidir qué sistemas de bombeo se emplean, el número de balsas a realizar,…”. Asuntos que se abordaron esta semana en un nuevo encuentro entre los regantes implicados y la Dirección General de Desarrollo Rural y Reto Demográfico.

A partir de ese momento será necesario comenzar con la redacción del proyecto técnico, con su correspondiente evaluación de impacto ambiental y la solicitud a la Confederación Hidrográfica del Ebro de la Concesión de agua para el riego. “El proceso será lento porque hay muchos municipios y superficie implicadas, pero es de resaltar la dinámica de trabajo conjunto que se está dando entre la Administración y la comunidad de regantes para sacarlo adelante”.

En este sentido, la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico incide que la presa de Soto-Terroba no está paraliza: “Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro nos informan que la puesta en carga de la presa sigue cumpliendo sus fases y que estará operativa para cuando este regadío esté en funcionamiento. Es gracias a esta infraestrucutura que se podrá regular el río Leza y garantizar la estabilidad del suministro de agua de calidad a regadíos existentes y futuros en el valle Leza-Jubera”.

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