El Rioja

Viñedos de Aldeanueva traspasa fronteras conquistando paladares

La historia de Viñedos de Aldeanueva se teje con hilos de tradición, pasión y dedicación. Como un relato arraigado en la tierra, con el paso de los años se ha convertido en un pilar fundamental de la región, representando el espíritu del trabajo en equipo y la entrega por la viticultura.

Desde su creación en 1956 ha ido paso a paso hasta llegar al momento actual. “Estamos en un momento de crecimiento, tenemos el stock relativamente equilibrado a pesar de que los dos últimos meses han sido algo planos en ventas”, explica Abel Torres, gerente de la cooperativa desde hace más de dos décadas.

La diversificación ha sido fundamental para llegar así a un momento complicado en Rioja. El mundo de la alimentación, el de la hostelería y la exportación han sido sectores en los que no han dejado de trabajar para seguir abriendo mercados y mantener los que ya tenían.

“Hemos tenido que hacer esfuerzos comerciales para no perder clientes”, reconoce. Notaron un bajón en Rusia y China. Una por motivos evidentes, la segunda por la falta de actividad normalizada aún por la pandemia. “Hemos notado un menor consumo de esas clases medias que estaban adquiriendo costumbres occidentales”. La propuesta fue poner la mirada en otros mercados, especialmente en América Latina y Estados Unidos.

Cooperativa de Aldeanueva. Bodegas Aldeanueva. Riojapress/Fernando Díaz

Sus vinos han traspasado casi todas las fronteras y conquistado paladares en todo el mundo. Cada botella cuenta una historia y lo hace en cualquier lugar donde se descorcha. Al esfuerzo comercial se une la dedicación de las manos que cuidan las vides. Lo importante está en el campo. “Esperamos que la próxima cosecha sea de calidad. Ahí está la clave cada año. Luego lo demás supone trabajo, trabajo y trabajo”, dice en un afán continuo de mejorar la calidad de sus vinos.

No cree en las modas. “Es verdad que Ribera nos está ganando en imagen y eso hay que recuperarlo. Hay que hacer un plan de choque para los próximos tres años y conseguirlo”, asegura, lanzando una apuesta clara también por los blancos. “Están funcionando muy bien porque son productos más frescos y más enfocados a la gente joven, que son nuestros futuros consumidores”. También los semidulces están funcionando. “Están teniendo una gran proyección y se han multiplicado por diez las ventas en los últimos años”.

Viñedos de Aldeanueva también busca proyectos con valor añadido, al calor de su nueva y moderna bodega Fincas de Azabache, no dejan de mimar su terruño de Coscojares. Un viñedo singular , la joya de la cooperativa y un reserva blanco. Todos ellos, productos premium buscando que éstos hagan de tractor de marca. Además creen como imprescindible apostar por la garnacha y recuperarla con clones de calidad, creando así bancos de garnachas antiguas.

Cooperativa de Aldeanueva. Bodegas Aldeanueva. Riojapress/Fernando Díaz

¿Mirar hacia Yerga en busca de territorios menos afectados por el cambio climático? “Nuestros socios tienen las tierras donde las tienen y afortunadamente Aldeanueva de Ebro sigue siendo una zona privilegiada para la viña, de ahí su espectacular auge en los últimos veinte años”. “Los viñedos entre los 350 y los 600 metros tienen la altura perfecta para uvas de calidad”.

Los principios, ante todo. “No podemos perderlos. No somos ni Borgoña ni Burdeos. Tenemos una historia suficiente como para resurgir y el resto de modas irán pasando”. Las claves, en su opinión, pasan por endurecer las medidas de calidad y recuperar los mercados. “Aunque a veces tengas que dar más de lo que recibes. Es el momento de grandes gestores”.

El enoturismo también va a ser fundamental en los próximos años. El arreglo de la antigua bodega durante los últimos meses ha supuesto una oportunidad única para poder mostrar en un lugar mágico todo lo que la cooperativa ha ido atesorando a lo largo de los años. Un paseo entre depósitos de hormigón con guiños al pasado, al presente y al futuro de la vida de Viñedos de Aldeanueva.

Cooperativa de Aldeanueva. Bodegas Aldeanueva. Riojapress/Fernando Díaz

La nueva bodega Fincas de Azabache, rodeada de viñedo, es una joya tecnológica al servicio de la calidad, donde complementan la oferta enoturística con un winebar abierto de abril a octubre de 12.30 a 16.00 horas un restaurante de comida riojana con toques de modernidad, de momento sólo habilitado para clientes de la bodega, pero con la idea de abrirlo al público a lo largo del año que viene. Para el futuro, además, están dando pasos para poder disponer de un pequeño alojamiento que pueda ofrecer la posibilidad al turista de pasar la noche en Aldeanueva en un entorno de bodega.

Campo, bodega, equipo comercial y enoturismo se dan la mano a la perfección para seguir creciendo de la mano de las 450 familias que hacen que lo que hace setenta años fue sólo un sueño se haya convertido en una realidad.

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