El Rioja

La gestión eficiente en bodega que reduce la huella de carbono

FOTO: FER

La economía circular es un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo. Con la economía circular las empresas, motivadas por la exigencia de un tipo de cliente -cada vez más mayoritario- que exige la protección del medio ambiente en el proceso de producción y distribución, promueven la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.

El objetivo de la economía circular es, por tanto, aprovechar al máximo los recursos materiales de los que se dispone alargando el ciclo de vida de los productos. La idea surge, dicen los expertos, de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, donde los residuos se convierten en un nuevo recurso. Así, se logra mantener el equilibrio entre el progreso y la sostenibilidad.

Y en este punto cuando se pone encima de la mesa el concepto de las siete ‘R’. Surgen de rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar. En su conjunto, forman una iniciativa más integral por medio de la cual todas las personas pueden ayudar en la preservación del medio ambiente y, al mismo tiempo, fomentar la economía circular. Cuestiones tratadas en la segunda de las mesas redondas celebradas este viernes con motivo la jornada de divulgación organizada por la Asociación de Industria Auxiliar del Vino de La Rioja con el apoyo de la FER.

Se han reunido empresas, expertos y profesionales de la cadena de valor del vino para debatir y fomentar el intercambio de conocimiento, la colaboración y la innovación entre todos los participantes. Se han identificado soluciones prácticas y casos de éxito que apoyen a las bodegas en su interés por reducir la huella de carbono, gestionar de forma cada vez más eficaz los recursos y la energía y avanzar hacia una economía circular.

Tras la primera mesa, en la segunda se han analizado aspectos como la reducción de la huella de carbono y la gestión eficiente de recursos, de la energía y la certificación medioambiental en el sector. Han intervenido con una ponencia Julia Delgado, responsable de programa de la Federación Española del Vino (FEV), que ha reflexionado sobre la certificación medioambiental de las bodegas. Tras ella han participado en la mesa redonda, José Sáenz de Santamaría, director general de Rivercap; Felipe García, director general de HIDECO; el CEO de Softwine, Gonzalo Villar; Félix Granado, gerente SG Group; David Blanco, gerente de Inoxidables Alimentarias, y José Benito Carbajo, responsable de I+D+i de AEMA.

En Rivercap han logrado recuperar el 82 por ciento del CO2 que generan además de llevar muchos años trabajando con tintas al agua y otros aspectos medioambientales que ya son inherentes al capsulado de las botellas. En lo que ha querido profundizar José Sáenz de Santamaría, director general de Rivercap, es la estrategia medioambiental que debe imperar en la empresa para que su aplicación sea un éxito. “En nuestro caso contratamos a profesionales expertos en esta materia, porque desde el principio nuestra idea fue que esta apuesta por la sostenibilidad fuera real y pasara a ser un proceso habitual en cualquier materia de la empresa”. Ha reconocido que “es un impacto tremendo para la organización, por eso es la dirección la que más tiene que creer en esta materia”.

Y es que las bodegas necesitan soluciones para ser más sostenibles y al mismo tiempo ahorrar costes. Ha puesto un ejemplo claro Felipe García, director general de Hideco. “Se malgastan unos 6.000 litros de agua para sencillamente aclarar las botellas de vidrio antes del embotellado”. Están trabajando en un sistema que “permite hacer esta operación necesaria pero con el que hemos logrado recuperar el 90% del agua usada para el aclarado”, agua que se puede usar para regar viñas o jardines.

Las empresas auxiliares del vino piensan en las bodegas, en cómo hacer su vida más fácil, más sostenible y también más rentable. La clave de la economía circular es que pronto una empresa que apuesta por la sostenibilidad observe que redunda en su haber, tanto en el balance económico como en la imagen de marca. En Softwine tienen claro que “hay que ayudarles a reducir costes”. Y para ello, ha explicado Gonzalo Villar, CEO de esta firma, hay que “ahorrar en muchas pequeñas cosas para hacer un mucho”. Y para conseguirlo hay que darse al dato. “Les ayudamos a que sepan en dónde están teniendo pérdidas críticas, por ejemplo, de consumos de energía para con poca inversión lograr importantes ahorros de coste y al mismo tiempo ser más sostenibles con el medio ambiente”.

Ideas, innovaciones, desarrollos, investigaciones… con aplicación directa e inmediata en el sector del vino. En SG Group ha desarrollado un sistema que permite desinfectar un depósito de aluminio usando tan solo tres litros de agua. “Es el camino que debemos andar todos, porque el agua, como estamos observando, es un bien escaso y debemos trabajar todos juntos para usar menos agua teniendo resultados satisfactorios para mantener la calidad”, ha indicado Félix Granado, gerente de SG Group.

Agua… y ahorro también de energía. Como en el proceso de refrigerado de los depósitos durante el proceso de fermentación. El trabajo de Inoxidables Alimentarias está posibilitando una mejora del rendimiento por encima del 50 por ciento. “Nuestro dispositivo va por dentro del depósito. Por fuera pierde el 50% por ciento de la capacidad de refrigeración”, ha apuntado David Blanco, gerente de esta empresa. “Logramos un ahorro energético evidente, pero este sistema permite un mejor control de las temperaturas, más homogénea tanto en la parte inferior como en la superior, bajo el sombrero”.

“Y en el Grupo Aema estamos atendiendo como es debido a la cada vez mayor concienciación medioambiental de las empresas”, ha explicado José Benito Carbajo, responsable de I+D+i de este grupo. “Sabemos la gran cantidad de agua que necesitan usar las bodegas para hacer vino. Por tanto, nuestro empeño está en reducir a través de nuevos sistemas el uso de esta materia finita”. Diseñan, construyen, ponen en marcha y explotan los tratamientos de regeneración. Realizan auditorías de instalaciones de regeneración en funcionamiento o mejoran la tecnológica de plantas de regeneración existentes para adecuarlas a nuevas exigencias.

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