Elecciones 28M

Un refresco de naranja con Eduardo Peña y sus siete reinos

Decenas de niños consumen las últimas energías previas al baño vespertino mientras sus padres aprovechan y disfrutan de una plácida tarde primaveral en la terraza de un bar en cuyo interior dos personas parecen ajenas a cómo la vida se abre camino en el parque infantil. En una mesa alta, Eduardo Peña y su jefe de campaña repasan agendas al calor de un café con leche. “¿Tenemos la nota de mañana?”, “Sí, va a quedar bien”.

Todo sucede en una mesa alta del Ícaro Café, en el Parque Rosalía de Castro, en Cascajos. Emplazamiento elegido por el candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Logroño por “su comodidad, porque sirven bien y porque encaja en nuestra visión de ciudad, con mucha vida de familias y niños más allá del centro”.

FOTO: Riojapress/Fernando Díaz.

– Es casi un recién llegado a la primera línea política, ¿le van reconociendo por la calle?

– Algunos sí, otros no. También hay quien me reconoce pero se ‘esconde’ porque no quiere que se sepa. Y entre mis conocidos, algunos me preguntan que cómo me he metido en este berenjenal, que “la política es una mierda”. En esos casos les cuento la realidad: que la política no es ninguna mierda, sino algo que rodea, domina y maneja la sociedad, por lo que hay que implicarse.

– ¿Quién es Eduardo Peña?

– Soy un logroñés más que cumple 44 años, que ha vivido, estudiado y trabajado siempre en Logroño; que era una ciudad de oportunidades, pero que ahora plantea ciertas dificultades para desarrollar un trayecto vital. Eso es lo que me ha llevado a pensar que hay cosas que cambiar y a decirme “vamos a por ello”.

– Encabezar una lista de Ciudadanos en estos momentos, ¿es una oportunidad o un marrón?

-Cuando entras en esto te das cuenta de que es una vorágine. Desde fuera tendemos a pensar que los políticos son personas que están ahí sentadas en un sillón con una vara de mando, pero la realidad es que hay mucho trabajo detrás.

FOTO: Riojapress/Fernando Díaz.

– ¿Cómo es eso de contar con grupo municipal y, pese a ello, tener que preparar una campaña desde fuera del Ayuntamiento? Ignacio Tricio no figura en las listas y Rocío Fernández es número 2 por el PP en Medrano.

– Se refiere a los tránsfugas. El proyecto de Cs va más allá de las personas que lo conforman, que tienen derecho a cambiar de rumbo, pero hay que hacerlo bien. Me parece legítimo adoptar unas ideas nuevas si se comunica con anterioridad y se es leal a los compañeros. Pero es poco ético seguir cobrando del Ayuntamiento bajo la disciplina de unas siglas mientras se va en las listas de otra formación en otra localidad, como también me parece poco ético que determinados partidos se apoyen en concejales tránsfugas para sacar adelante proyectos. Me parece poco ético no decir la verdad mientras se trabaja en un Parlamento autonómico a la hora de dejar un acta de diputado, contando una historia que a la postre no ha sido cierta.

– Se está refiriendo a Belinda León, número 9 en la candidatura del PP al Parlamento.

– Claro. No puedes decir que te vas a dedicar a tu familia porque estás cansada de la política y a los 15 días aparecer en la lista de otro partido. Una decisión como esta no se toma en quince días, te hace perder tu legitimidad.

FOTO: Riojapress/Fernando Díaz.

-Lo que sí transmite esa fuga de concejales y diputados a otros partidos es una sensación de falta de consistencia en el proyecto.

– El proyecto de Ciudadanos es joven. No tenemos políticos que lleven 35 años en el mismo puesto o en diferentes puestos trabajando en la política y decimos por activa y por pasiva que a la política se viene a servir y no a servirse. Las personas pueden estar amortizadas pero el proyecto sigue adelante. Es cierto que quien anda tropieza y hemos cometido errores internos que hay que tratar de enmendar; pero también lo es que en Cs ha habido un congreso interno, cosa que otros partidos no se han atrevido a hacer. Este muerto está muy vivo y queremos seguir trabajando para los ciudadanos.

– ¿Qué significaría para la sociedad logroñesa que Cs saliera del Ayuntamiento y entrara Vox?

– Parto de la base de que los votantes son soberanos, pero sí pediría que no se dejen guiar por impulsos y, de este modo, mantener el Ayuntamiento ajeno a ideologías extremistas. Nadie tiene derecho a arrogarse la bandera, las tradiciones, los barrios o los servicios sociales y lo público. Vivimos en un momento en el que conviene ser moderados y trabajar sin pensar en si esto es de izquierdas o esto es de derechas.

– He leído de usted que es muy aficionado a Juego de Tronos, ¿con qué casa de la serie asocia a cada partido del 28M?

– Uh, te puedo decir todas. El PSOE son los Baratheon: han llegado al poder tras una revolución para echar a los Targaryen, que son el PP porque llevaban 24 años en el trono de hierro y ahora quieren volver con el dragón.

– ¿En qué lugar deja eso a Vox?

– Vox son los Lannister, pues creen que representan la pureza y el orgullo patriótico. El PR+E sería la Casa del Valle, porque piensan que ellos se pueden encerrar en su territorio, ajenos a lo que ocurra fuera.

– Le quedan dos: Por La Rioja y, claro, Ciudadanos.

– Por La Rioja son los ‘hombres del hierro’: quizás tengan buena intención pero siempre acaban cagándola. Nosotros somos la casa Stark: honestos y dispuestos a trabajar para todos, aunque eso implique que puedan cortarte la cabeza. Esperemos que el 28 de mayo no acabe en una ‘boda roja’ (risas).

FOTO: Riojapress/Fernando Díaz

– Miremos al futuro. Si de usted depende, ¿cómo será Logroño en 2027?

– Debería ser una ciudad que redunde en la comodidad de los logroñeses, tanto a nivel de movilidad como a nivel de vida diaria. Queremos que los logroñeses puedan ir a comprar en igualdad de condiciones a una gran superficie o al comercio de toda la vida.

Queremos que dentro de cuatro años no tengamos que volver a hablar de ‘Calles Abiertas’ o de bicicletas porque eso significará que están ya resueltas. Nos gustaría que un tren del siglo XXI llegue a la ciudad y que no tengamos que sufrir unos impuestos tan altos para dotar a la ciudad de unos servicios adecuados. Y nos gustaría que Logroño tenga más zonas verdes.

– Si obtienen representación en el Ayuntamiento y solo le admiten una propuesta suya en una negociación, ¿cuál sería?

-El Ayuntamiento tiene que ser la casa de todos y no el palacio de los caprichos de unos pocos. Debe ser un Consistorio accesible para personas mayores, para personas con discapacidad y con una ventanilla específica para jóvenes y autónomos.

– ¿Quién cree que acabará llevándose el gato al agua y se hará con la Alcaldía?

– No lo sé, pero creo que vienen tiempos de cambio. No considero, eso sí, que el candidato del cambio vaya a traer nada nuevo a Logroño. El proyecto del Partido Popular está amortizado, las personas que vienen con el Partido Popular están amortizadas, y la lista es si no es la misma al 70 por ciento.

Es probable que Conrado Escobar sea alcalde, pero si esto fuera un equipo de fútbol ya habría sido delantero, lateral izquierdo, portero, entrenador, segundo entrenador, utillero y ahora quiere ser el presidente del club. Por el otro lado, Pablo Hermoso de Mendoza ha cometido errores groseros, pero hay vecinos que creen en lo que está haciendo. Parece que puede ganar Conrado (Escobar), pero queremos que los ciudadanos nos dejen ser los árbitros porque no nos gustan las victorias por goleada.

– Usted estuvo vinculado al Partido Popular, ¿por qué cambió de siglas?

– Precisamente porque el PP no tuvo el valor de hacer un congreso real y, de hecho, Por La Rioja nace de esa imposición de candidatos en la lista autonómica y en la municipal. El PP no ha sabido ejercer la democracia interna y pretenden ejercerla de forma externa.

FOTO: Riojapress/Fernando Díaz.

– A modo de ‘minuto de oro’, ¿por qué debe confiar el votante en Ciudadanos?

– Porque es un proyecto vivo, coherente y moderado en el que prometemos trabajo para todos sin exclusiones. Creemos en los servicios sociales, en fomentar la economía; creemos en los empresarios y creemos en los trabajadores. Somos gente que venimos a servir y no a servirnos y que vamos a intentar llevar a cabo un proyecto de cuatro años; si a los cuatro años los logroñeses consideran que lo hemos hecho mal, daremos paso atrás pero no de manera deshonesta. Si, al contrario, consideran que el trabajo de estos cuatro años ha sido bueno, lucharemos para consolidarlo y terminarlo, porque no dejamos las cosas a medias como sí hacen otras formaciones.

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