Agricultura

“La cuenca del Iregua ha pasado de ser un vergel a convertirse en un erial”

Pilar Mazo.- El vergel de la cuenca del Iregua, a la que abastecen los embalses de Pajares y González Lacasa, avanza hacia erial si la sequía persiste y los regadíos no se modernizan, según la impresión trasladada este miércoles a EFE por algunos agricultores de la zona.

Estos agricultores están preocupados por el futuro de sus cultivos leñosos, como el frutal y la viña, que no dependen de un ciclo anual de cosecha, como el cereal, sino que necesitan entre 5 y 6 años para que la planta entre en producción.

Los términos de Albelda de Iregua y Lardero son algunos de los más afectados de la cuenca por esta situación de sequía, dadas sus extensiones de frutales, especialmente pera conferencia, que han visto mermado el riego por la falta de infraestructuras de modernización y por el estado de los dos embalses, ya que el de González Lacasa está al 53,7 por ciento de su capacidad y el de Pajares, al 35,2 por ciento.

Casi perdida la cosecha

Daniel Gómez Pascual, agricultor de Albelda, tiene plantadas unas 31 hectáreas, de las que 29 son de pera conferencia y 2 de manzana. Según ha explicado a EFE, da su cosecha de pera prácticamente por perdida, aunque, lo que más le preocupa es “cómo va a quedar su explotación” de cara al próximo año”, ya que en los cultivos interanuales, como la fruta y el viñedo, “no hay manera de comenzar el ciclo” si el leñoso -en este caso el árbol- se debilita.

“El valle del Iregua era un vergel y se va a convertir, no tardando mucho, en un erial, en una tierra de secano”, ha relatado. Ha subrayado que tiene una hectárea de frutal plantada que riega por goteo, pero no deja de ser una pequeña parte del total de la explotación. A este respecto, ha convenido con el planteamiento de la Consejería de Agricultura de que el campo del futuro o se moderniza o no será.

Desde su punto de vista, “el riego por goteo es una inversión y no se tiene que ver como un gasto”. Ha apelado a la necesidad de invertir en modernización de regadío porque “no podemos tener la maquinaria agraria más moderna y estar regando con una azada”.

Este año “viene una debacle total por la sequía. Hay gente (agricultores) que todavía no ven el problema y va a haber explotaciones que no lo van a soportar”, ha dicho, al tiempo que ha incidido en la importancia de apostar por la modernización de regadío.

Realista, preocupado y optimista

También Jesús Sicilia, agricultor de Alberite, ha reconocido a EFE que la peor situación la tienen las plantaciones de Albelda de Iregua y Lardero por su extensión en frutales, que “están con un estrés tremendo”.

Aun así, este agricultor, que tiene plantadas unas 80 hectáreas de pera conferencia, melocotón y viñedo distribuidas en Alberite, Lardero y Albelda, se ha mostrado “optimista”, pese a lo “complejo de la situación” por la sequía. Ha precisado que los dos riegos por cosecha que se han garantizado no son suficientes, en lo que también ha convenido Daniel Gómez Pascual, ya que el frutal todavía viene arrastrando las consecuencias de la sequía de 2017, cuando hubo restricciones con 5 riegos.

Realista, aunque menos pesimista, se ha mostrado Sicilia, quien ha dicho que “nunca nos ha venido un año tan malo y nunca ha habido problemas de riego, pero hay ciclos y no todo se puede achacar al cambio climático. Tengo fe en que llueva y que la situación pueda mejorar porque, de lo contrario, no quiero ni pensar lo que puede repercutir”, ha precisado.

Sicilia ha recalcado también que la solución a la agricultura del futuro también pasa por la modernización del regadío. Ambos agricultores han reconocido que las medidas planteadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro llegan tarde, como reducir el caudal ecológico o dar prioridad al riego a los cultivos leñosos plurianuales respecto a los anuales, como puede ser el cereal. Además, han lamentado las consecuencias que esta situación plantea a los jóvenes agricultores que han apostado por el campo.

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