El verano se ha adelantado y la campaña electoral también. Chicharrina de las buenas junto al Ebro. Hasta tres botellines de agua había debajo de la silla del presidente por si las moscas. Con la llegada de Pedro Sanchez se ha dado el pistoletazo de salida, si no a la campaña oficial, sí a la extraoficial. Esa de banderas de uno y otro color, autobuses con bocata incluido desde municipios cercanos, besos a conocidos y extraños y desaparecidos históricos que vuelven a darse una vuelta por los actos públicos, aunque sea para hacer bulto. No se pide el voto porque no se puede, pero casi.
Fuera, más de treinta grados y decenas de agentes policiales controlándolo todo. Dentro, menos sillas de las necesarias. Calculó mal el PSOE el poder de convocatoria de Sánchez y tuvo que poner más asientos en uno de los laterales del escenario.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Finalmente, novecientas personas frente a la cristalera del Riojaforum para ver a Pablo, a Concha y a Pedro, que llegaron al Palacio de Congresos por el aparcamiento y salieron por una puerta para volver a entrar por otra. Todo sea para conseguir una buena foto. A Sánchez se le dan bien los paseíllos, navega en ellos como nadie, y si no que se lo digan a Mr. Handsome.
El/la responsable de la cuenta de Twitter hubiese gozado de lo lindo al ver lo que ha conseguido con sus tuits. Miradas al más puro estilo Ursula von der Leyen, y aplausos, muchos aplausos. La sensación en la parte trasera de los asientos fue sin lugar a dudas una mujer. Mochila negra, camiseta blanca y deportivas. Cada dos palabras un aplauso, más de media docena de “guapos” e incluso momentos de emoción. Concejal de Villamediana y militante de siempre. “Venía a apoyar sobre todo al alcalde de Logroño”. Llegó de Pablo y se fue de Pedro.
Así fue el acto, de nombres propios, sin cargos, como de casa, tanto que hasta Andreu aprovechó su discurso para invitar a Sánchez a venir: en vendimias, en San Mateo, hasta en San Torcuato y “si no puedes manda a las chiquillas y les enseñamos cómo se hace la fermentación”. Como la tía que invita a las sobrinas a pasar el verano en la casa del pueblo.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Antes había hablado Pablo, el alcalde de Logroño. Al que venía a apoyar Ana, la concejal de Villamediana. El alcalde que tan pronto se atreve a recorrerse Logroño en bicicleta como a jugar un partido de tenis como a emular a Martir Luther King con su ‘Tengo un sueño’… Y habló de su sueño: movilidad, carriles bici pero también educación e ilusión sostuvieron su discurso. “Tengo el presentimiento de que vamos a ganar y por más de lo que lo hicimos hace cuatro años”.
En ese momento Concha volvió a ser la Andreu de las campañas. Chascarrillo va, medida viene, llegó uno de los momentos más emotivos de la tarde. “Hemos presentado candidatos en 170 pueblos pero nos falta uno”. Y conteniendo la voz rota recordó a Silvia Gordo, alcaldesa de Briones, fallecida el pasado martes . “Ayer la despedíamos, hoy esto va por ti”. Todos en pie. Aplauso generalizado del personal y alguna que otra lágrima entre los más cercanos.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Y es que la mayoría de los presentes de este jueves tenían carné del partido. Alcaldes, alcaldesas, concejales, candidatos nuevos y antiguos. Varios exdelegados del Gobierno, diputados, senadores, eurodiputados… y mucho militante. El acto era una clara muestra de lo que tiene que ser un acto de precampaña: animar a los tuyos y empujarlos hacia la ilusión por trabajarse una campaña.
Para eso estaba Pedro. Alguna indirecta al PP, algún “parece coña, pero hay gente que piensa que la tierra es plana”, alguna alabanza a los suyos en La Rioja y alguna medida en forma de corredor ferroviario y compromiso europeo. Las pilas cargadas para empezar un mes de los que desgastan hasta a los más optimistas. Porque tal y cómo se comentaba en los grupitos socialistas antes del acto: “Hay partido a pesar de las encuestas”.
