Agricultura

El viñedo riojano, verjado contra el avance de los conejos

No basta con los protectores de plástico ni las mallas para que respiren los nuevos brotes de vid. Se ha abierto la temporada de buffet libre para los conejos que ya han dejado de lado los sembrados de cereal para pasar al viñedo y devorar todo a su paso. Hace poco más de un mes un viticultor de Uruñuela se encontró cepas con los troncos totalmente roídos en lo alto de Hormilla. “Lo nunca visto”, aseguraba, y es que los animales habían destrozado también los plásticos que protegían cada planta.

Las posibilidades para frenar el avance de los conejos se van reduciendo y ahora algunos viticultores de La Rioja Alta han decidido verjar parcelas enteras poniendo límites al campo como nunca antes había tenido. Las vallas van ganando terreno en municipios como Cenicero y San Asensio, donde después de probar otras medidas para repeler a estos animales, el alambre ha sido el último recurso posible.

“Es vallar o transformar el viñedo a un emparrado alto”, incide uno de estos viticultores de San Asensio que ya ha verjado dos de sus parcelas. Antes probó el repelente, así como los protectores de plástico, “aunque con una efectividad limitada”. También ha visto otros productores que han optado por cintas de plástico o bolsas, echar azufre cepa a cepa o incluso un cordón untado con brea alrededor de la viña para que no crucen los conejos. Pero pocos remedios son eficaces para frenar a este tipo de conejo que, asegura, “es más grande y voraz que los que había hace unos cinco o seis años y que llega incluso a las yemas que están en los brazos más altos de cepas al vaso, porque si no no se explica que hasta entonces no se comiesen las cepas viejas”.

“Hemos estado años sin poder vendimiar estas viñas porque se las comen al completo porque aunque vuelvan a brotar en verano ya no tienen uvas porque se las han comido antes. Por eso decidimos colocar las vallas, ya que no nos planteamos el emparrado porque preferíamos mantener la viña en vaso. El problema es que a veces ni con las propias vallas podemos defendernos de estos animales porque un día te encuentras con que han hecho un agujero en la verja y han entrado, por lo que hay que enterrarla bien para que sea una herramienta efectiva”, asegura. Los mayores daños se ven en aquellas parcelas rodeadas de carreteras con sus cunetas, donde tampoco se puede cazar, así como ribazos y maleza donde pueden refugiarse.

Y es que los costes de mantenimiento de estos vallados también son importantes, empeorando más si cabe la rentabilidad del agricultor ante el escenario de precios de la uva que se barajan para esta campaña: “Suelen rondar los 3 y 3,5 euros el metro de valla y hay empresas que te la instalan porque es mucho trabajo. La tendencia por el vallado es clara en esta zona porque en cosa de tres años se han puesto muchas verjas en el campo, aunque también ha habido muchas transformaciones a emparrado y que no siempre tienen que venir motivadas por los conejos”.

Este agricultor de San Asensio insiste sin embargo, que la solución más efectiva frente a esta plaga de conejos es la caza con hurón, “pero está limitada a cada coto y en este municipio por ejemplo ahora solo está abierta la caza por daños”. Además, reconoce que también influye el interés de los propios cazadores, porque “aquí te encuentras a los que solo quieren que haya animales para poder cazar y a los que quieren cazar para poder vendimiar o cosechar porque ante todo son agricultores”.

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