Balcones engalanados, ambiente festivo, las calles de Logroño a rebosar y un tiempo de fábula. No ha fallado nada, y el día grande de la Semana Santa logroñesa ha vuelto a demostrar la riqueza patrimonial y el fervor de la ciudad durante el Viernes Santo.
Las once cofradías de la capital riojana aguardaban su turno desde la media tarde para fundirse en una sola y regalar a locales y turistas un recorrido por la Pasión de Cristo en la tradicional Magna Procesión del Santo Entierro. Más de tres mil cofrades han tomado parte en una cita que ha sido seguida por miles de personas agolpadas por las calles del Casco Antiguo.
La procesión ha partido de la Plaza del Mercado. Desde ahí han salido los pasos de la Oración en el huerto de los olivos, Flagelación, Encuentro, María Magdalena, Jesús Nazareno, Cristo de las Siete Palabras, Santo Cristo de las Ánimas, El descendimiento, La Piedad, el Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad.
“Para nosotros Viernes Santo es el día más importante de Semana Santa”, ha explicado el Hermano Mayor de la Hermandad de Cofradías de Logroño, Francisco José Marín, que ha incidido en la importancia de esta procesión “en la que prácticamente participan todos los cofrades”.