El Rioja

El viñedo de Rioja descubre sus primeros brotes de la campaña

Brotación en viñas de tempranillo en Azagra.

Más allá de que a Rioja le sobren millones de litros en bodega, no es de agradecer que una helada tardía se lleve por delante parte de la cosecha de un año por los daños que esta implica para la planta. Pero es algo probable que suceda dada la temprana brotación de las vides que desde la pasada semana se viene dando en muchas zonas de la denominación.

Desde Azagra hasta San Vicente de la Sonsierra, esa especie de algodón llamado borra que recubre las yemas verdes va desprendiéndose poco a poco dando lugar a las primeras hojas de la campaña 2023 con unos días de antelación respecto al año pasado. El despertar va por zonas, pero bien es cierto que los inicios de temporada de esta y la campaña anterior han sido diferentes, con un 2022 marcado por la lluvia de marzo y el frío de abril que retrasaron de manera general esos brotes.

Brotación en viñas de tempranillo en Azagra.

Los plazos van equiparados en la ribera Navarra. Javier, viticultor de Azagra, recorre sus cepas de tempranillo a orillas del Ebro y calcula que el año pasado por estas fechas las vides estaban en el mismo punto fenológico de su ciclo. “Yo creo que este año volveremos a vendimiar las tintas en agosto como ya ocurrió en 2022, pero este desarrollo de las viñas lo que genera es miedo hacia las heladas que puedan venir en abril”.

Brotación en viñas de tempranillo en San Asensio, con el Castillo de Davalillo al fondo.

Luis Alberto Lecea también ha visto ya alumbrar algunos brotes de sus viñas en San Asensio: “Parece que el ciclo viene más adelantado que otros años, pero todavía es pronto para vaticinar algo porque solo son indicios y si regresa el frío esa brotación se puede frenar. Eso sí, como continúe el calor la brotación está claro que va a ser temprana, adelantándose unos 15 o 20 días respecto a las fechas habituales que suele darse en abril y aumentando también los daños de posibles heladas”.

Las previsiones meteorológicas se encaminan más hacia esa segunda posibilidad y es que las máximas para este miércoles rozarán los 30 grados en la región según la Agencia Estatal de Meteorología, aunque para el fin de semana descenderían por debajo de los 20 grados. El empujón justo que necesitan las cepas para alumbrar por fin.

Brotación en viñas de tempranillo en Hormilla.

Natalia Olarte, de Bodegas Riojanas, ha recorrido algunas de las parcelas de los proveedores y ya ha visto asomar algunos brotes en parajes aislados de Hormilla, Briones y Cenicero, “pero han sido pinceladas, nada representativo”. Calcula que la brotación generalizada, o como se suele decir, “ver las viñas renquear”, comenzará en unos ocho o diez días.

A la directora de I+D+i y Viticultura no le preocupan tanto los hielos que puedan venir, si no más la sequía que inunda los viñedos de Rioja: “El ciclo viene bastante adelantado, pero lo que marcará la brotación va a ser la disponibilidad hídrica que tenga la planta así como la forma en la que haya terminado las dos campañas anteriores. La de 2022 estuvo marcada por una sequía extrema y todavía hay viñas afectadas por la helada de 2017, así que aquellas que han tenido la capacidad de regenerarse o han contado con riego de invierno van a brotar antes”. Lo que está claro, recalca Olarte, es que “esta va a ser una campaña complicada en campo debido a estrés hídrico y térmico”.

Subir