Pretende ser un recurso más para convertir la estación de Valdezcaray en un punto de atracción turística a la que puedan llegar usuarios durante todo el año. Una tirolina de cien metros de desnivel es otra de las atracciones, junto con el Bike Park, que ya está en proyecto para empezar a ejecutarse en cuestión de semanas.
Con una longitud de 402 metros y un desnivel de cien metros, la nueva atracción tendrá una pendiente promedio del 24,4 por ciento, lo que la convierte en “un recurso atractivo a sumar a lo que quiere ser Valdezcaray en un futuro”, ha explicado Jorge Lladó, gerente de la estación y concejal de Ezcaray.
El objetivo tanto del consistorio de Ezcaray como de la estación es que la nueva instalación pueda abrirse a lo largo del verano pero depende de los trámites ligados a la Declaración de Impacto Ambiental y sus posibles alegaciones. “La obra civil es mínima y también los posibles movimientos de tierras”, ha explicado el gerente.
Ejemplo de otras estaciones que se incluyen en el proyecto de Valdezcaray
La tirolina, de grandes dimensiones y “extrema” según el proyecto, pretende nacer en el final de la pista de debutantes (en cota 1.648) y llegará hasta el aparcamiento (en cota 1.548) y consiste en dos estaciones situadas en ambos puntos entre las cuales se tiende un cable tensionado por el que los usuarios puedan descender de forma individual y suspendidos en el aire con la maquinaria necesaria y complementada con equipos de protección individual y sistemas de seguridad.
Así, al cable se le aplica una tensión calculada de modo que se produzca la curva compatible con un descenso rápido y una frenada segura al llegar a la estación inferior.
Para llegar al punto alto de la misma, los usuarios podrán utilizar dos de los remontes de la estación de esquí y así poder acceder a la estación superior de la tirolina.
La entrada y salida de los pasajeros a la instalación únicamente podrá llevarse a cabo en las dos estaciones ubicadas al inicio y al final del recorrido.
La plataforma de salida se compondrá de una estructura metálica con una superficie a una altura menor a dos metros, mientras que la estación de llegada estará también formada por una plataforma de cinco metros sobre el suelo para seguridad de los usuarios.
