Al Sereno de NueveCuatroUno le ha llegado esta semana la reflexión de un amable vecino de Logroño al que, viendo el proyecto de reforma de la nueva calle María Zambrano, le surgen “varias preguntas difíciles de responder”.
En la primera, este lector le da vueltas a por qué unos vecinos tienen que soportar diez contenedores delante de su casa y un total de más de veinte en una calle tan pequeña. “¿No sería más lógico un reparto por calles en función de habitantes? ¿Por qué una calle debe soportar la basura de varias calles incluyendo la hostelería de Bretón y Laurel? Es totalmente ilógico e injusto”.
Y además, “una calle que ya tiene aceras anchas, dos carriles para coches y un carril bici de doble sentido, ¿por qué debe reformarse? ¿Por qué gastar dinero de los impuestos de los logroñeses en esta obra? ¿Acaso el Ayuntamiento no ve que hay otras necesidades reales en la ciudad??
Junto con sus cuestiones, una petición dirigida al consistorio de la ciudad: “Por favor, pido al Ayuntamiento que paralice la obra y demuestre un poco de cordura. A dos meses para las elecciones no es el momento de hacer obras que no tienen el respaldo de los vecinos”.
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