El Rioja

Las lágrimas de la viña ya alumbran un nuevo ciclo

Las cepas han despertado de su sueño profundo y las lágrimas ya inundan los extremos de los sarmientos. El lloro de las cepas, como se conoce a este inicio de ciclo en la brotación de la planta, vaticina que la primavera está cerca. Muy cerca. Y con ella un nuevo ciclo vegetativo del viñedo empieza a aflorar. Un goteo constante se repite desde hace días en los viñedos de Rioja, desde San Vicente de la Sonsierra hasta Alfaro, consecuencia de la savia que recorre ya las diferentes partes de la planta.

Estas lágrimas han llegado antes de tiempo, unas dos semanas aproximadamente respecto al año anterior, y es que el hecho de que los termómetros hayan registrado máximas de 25 grados ha acelerado todo proceso. “De ahí en adelante, pasarán unas tres semanas hasta que se empiecen a ver las yemas hinchadas previo a la brotación”, calcula Víctor Ausejo.

Sus cepas en Alberite también lucen con los sarmientos humedecidos de esta savia y asegura que este escenario no se repitió de igual forma hace un año, cuando la vid brotó muy tarde tras un abril frío y lluvioso, pero “con fuerza” gracias a los calores posteriores de marzo. Las previsiones para esta primavera son de temperaturas cálidas, aunque siempre hay riesgo de posibles heladas.

“Este invierno ha sido muy seco y la viña apenas cuenta con reservas de agua, así que tampoco creo que se acelere mucho la brotación. Todo dependerá de las lluvias venideras y del frío que pueda hacer de aquí en adelante hasta mediados de abril, pasada la Semana Santa, ya que lo habitual es que la planta florezca entre San Marcos y San Prudencio”, apunta el viticultor y bodeguero.

Este efecto de la naturaleza se prolonga durante una semana o diez días, hasta que cicatrizan las heridas, y al mismo tiempo se pueden ver algunas yemas que comienzan a engordar. La región está a las puertas de inaugurar una nueva campaña y lo hace con ambos ojos puestos en el cielo, ya que cualquier fenómeno condicionará el desarrollo del ciclo vegetativo de la vid y, por consecuente, la producción final que este año se mirará con lupa.

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