La Rioja

La Rioja, la comunidad donde menos actos vandálicos sufren los coches

Casi 70.000 conductores riojanos, un 34 por ciento, han sufrido vandalismo en sus coches en alguna ocasión, principalmente arañazos en la pintura, daños en los retrovisores y rotura de lunas, lo que sitúa a La Rioja como la comunidad autónoma en la que menos casos se dan, junto a Cantabria.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘Stop Incivismo. Pasar la llave: radiografía del vandalismo vial en España’, elaborado por Línea Directa Aseguradora presentado este martes a partir de los resultados de 1.700 encuestas realizadas en toda España.

Casi la mitad de conductores en España, unos 12,3 millones, se han encontrado su coche alguna vez rayado con una llave, con el retrovisor arrancado de una patada o con la luna rota, unos actos vandálicos que confiesan haber cometido en alguna ocasión 850.000 automovilistas y que suponen más del 20 por ciento de partes sin contrario a las aseguradores.

El informe analiza dos acciones incívicas: los daños intencionados que una persona provoca en un coche, denominados actos vandálicos, y los que son realizados por conductores sin mala intención pero en los que se da “a la fuga” sin dejar ninguna nota ni datos en el coche dañado.

Unos y otros, en palabras de Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa, suponen al año alrededor de 930 millones para las aseguradores, además del coste personal para los conductores que no tienen seguros con cobertura completa para estos daños.

De hecho, el estudio concluye que el 54 por ciento de los conductores que han sufrido daños a propósito en sus coches ha pagado de su bolsillo unos 500 euros en la reparación en el 62 por ciento de los casos y hasta 1.000 en un 30 por ciento.

Radiografía del vandalismo vial

Según el estudio de Línea Directa, 12,3 millones de conductores (45 por ciento) han sufrido vandalismo en sus coches en alguna ocasión, principalmente arañazos en la pintura (36 por ciento), daños en los retrovisores (21 por ciento) y rotura de lunas (15 por ciento).

Alrededor de 850.000 conductores (3 por ciento) reconocen haber dañado intencionadamente otro coche, casi la mitad de las ocasiones por venganza personal pero también los motivos que aducen estos conductores son que otro coche “estaba mal aparcado” (34 por ciento) o “porque era nuevo” (15 por ciento). El acto vandálico más habitual suele suceder en la calle (90 por ciento), con autores jóvenes y sin diferencias significativas entre géneros.

Las comunidades que sufren más actos vandálicos son la Comunidad Valenciana (51 por ciento), Murcia (49 por ciento) y el País Vasco (49 por ciento). En el lado opuesto se encuentran La Rioja (34 por ciento), Cantabria (34 por ciento) y Asturias (38 por ciento).

Uno de cada tres conductores revela que han visto alguna vez cometer alguno de estos actos y, de ellos, el 60 por ciento lo ha recriminado al autor o ha denunciado.

Daños de conductores que se dan a la fuga

11,7 millones de conductores (43 por ciento) han sufrido daños en sus coches sin que el responsable le deje sus datos. En el lado del responsable, 3,1 millones (11 por ciento) admite haber abandonado el lugar de un accidente sin dejarle ningún dato al perjudicado, un comportamiento muy habitual cuando el propietario del otro coche no se encuentra presente (71 por ciento de las veces). En esta tipología la fuga es más habitual entre conductores hombres a mujeres.

El miedo, en el 43 por ciento de los casos, es la justificación de esa huida, pero casi un tercio revela que se ha marcado del lugar porque esta situación ya le ha pasado anteriormente, mientras que un 22 por ciento asegura que huye para no encarecer su seguro.

Por su parte, los “conductores a la fuga” son más habituales en Castilla-La Mancha (52 por ciento), Murcia (49 por ciento) y Cantabria (48 por ciento).

Los daños provocados por estos automovilistas suponen el 18 por ciento de partes sin contrario, por lo que unidos a los derivados de actos vandálicos elevan el porcentaje al 40 por ciento de partes sin contrario que reciben las aseguradores por estas dos situaciones.

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