El cada vez más tardío acceso al mercado laboral, la inestabilidad, los sueldos bajos, un cambio cultural en las prioridades de vida… Las consecuencias de todos estos factores terminan siendo que las riojanas son madres cada vez más tarde y en menor medida.
El pasado año fue dramático para la natalidad en La Rioja. Nunca se había visto un dato así en la región desde 1995, en el que se registró un número de nacimientos muy similar al de 2022, con 2.059 nuevos riojanos: sólo 17 menos que este último año, cuando se han registrado 2.086. El año que más alumbramientos hubo en La Rioja fue en 1943, con 5.060 nacimientos, muy por encima del doble de los que se registran a día de hoy.
Las tendencias con el paso de los años se ven claras. Mientras en la década de los cuanrenta la media eran unos cinco mil niños por año, el descenso fue sostenido hasta finales de los setenta (en La Rioja el final del ‘baby boom’ llegó como en el resto del país, allá por 1977). A partir de entonces caída libre hasta 1995 y entonces un repunte hasta finales de la primera década de este siglo.
Desde aquel lejanos 1995 la tendencia no había hecho mas querer ascendente en La Rioja, especialmente a principios de siglo con la llegada de los primeros inmigrantes que tuvieron a sus hijos ya en La Rioja. Pero es que desde 2008 la curva de nacimientos no ha dejado de descender. Desde ese año, los niños nacidos en La Rioja al año se han reducido en un 40 por ciento. Datos que permiten evidenciar que no se trata de un problema coyuntural si no más bien de un problema estructural que ni la llegada de inmigración ha conseguido paliar.
Pero es que además, las madres cada vez tienen a sus hijos a una edad más tardía. En este último 2022, el 44 por ciento de las madres han tenido a sus hijos más allá de la barrera de los 35 años y una de cada diez madres los tiene por encima de los 40 años. De esta manera, en La Rioja solo algo más de dos de cada diez madres tienen a sus hijos antes de cumplir los 30. El resto (casi siete mujeres de cada cien) los tienen a una edad comprendida entre los 30 y los 40. La edad más elegida por las riojanas para hacer caso a su reloj biológico.
Echando la vista atrás, lo normal era que las riojanas que tenían un hijo en la región lo tuvieran con una edad que iba de los 25 a los 29 años. Así fue en los años setenta, ochenta y hasta finales de los 90.
Fue a finales del siglo pasado cuando las mujeres empezaron a tener en su mayoría los hijos entre los 30 y los 35 años. Este año, por primera vez son más las que los tienen pasados los 35. Un dato que hace que la media haya ido subiendo desde los 30,59 años en 2012 a los casi 32 años en 2021 (el dato de la media de edad de 2022 todavía no ha sido ofrecido por el INE).
El número de madres de menor edad también ha descendido. Si en 2016 fueron 58 las mujeres que tuvieron a sus bebés antes de los 25 años, en 2022 la cifra se redujo a 40 niños nacidos de madres en esa franja de edad.
