La Rioja

Apostar por la pared: murales que dan vida a las calles

Poco a poco y con la intervención de muchos, el casco histórico de Calahorra va convirtiéndose en un pequeño museo al aire libre que permite contemplar auténticas obras de arte con sólo dar un paseo por las principales calles del barrio. Desde pinturas en pequeño formato, hasta el último mural, de enormes dimensiones, las paredes del corazón de la ciudad van tomando poco a poco un color que ofrece una vista bien distinta a la que calagurritanos y visitantes estaban acostumbrados. Solo hay que levantar la mirada y disfrutar de ellos.

Quizás uno de los primeros murales en ofrecer ese color especial fue el que aún se puede ver frente a la iglesia de San Francisco. Allá por 2015 en una iniciativa de la concejalía de Limpieza y la empresa FCC el grafitero local Guillermo Pérez puso imagen a la Semana Santa calagurritana. El muro, de 28 metros, se localiza en el Rasillo de San Francisco donde también se encuentra la sede de la cofradía de la Vera Cruz y de su museo de pasos. Siete años después aun sigue pudiéndose ver el arco de Mercaforum y la escenificación de la Pasión de Cristo del Grupo Paso Viviente, las iglesias de la localidad y los penitentes de la Vera Cruz.

Después de algunas otras actuaciones, llegó ‘Ronda con Arte Joven’. En alusión a la ronda de bares que había en la zona hace décadas, el Consejo de la Juventud ha celebrado cuatro ediciones gracias a las que se han pintado con diferentes obras decenas de paredes del barrio. Cada año, allá por el mes de septiembre, voluntarios presentan sus trabajos. Algunos son efímeros pero muchos otros se han quedado ya para siempre. Los vecinos, tras ver el resultado en la primera edición no están dudando en ceder las paredes de sus edificios para que los jóvenes puedan dar vida a su ingenio.

A través del actual equipo de gobierno, han sido tres los murales que se han realizado a lo largo de la legislatura. El primero fue ‘El corazón verde’, del artista riojano Jorge Ochagavía, que hacía llegar el color a una de las zonas más deterioradas del barrio junto al centro de interpretación de Los Santos Mártires y en una calle en cuya parte final se están derribando diferentes casas para llevar a cabo un planteamiento distinto de la zona. El mural tenía como protagonista un enorme árbol habitado por los característicos animales del artista.

El pasado otoño terminaba el mural más grande que se había hecho hasta la fecha con una dimensión de 192 metros cuadrados. El artista Albert Sesma dejaba boquiabiertos a muchos calagurritanos con su obra basada en la antigua Roma. Para é resulto “un reto especial especialmente por las dimensiones y la magnitud de los animales”. Lo que antes era un simple muro de cemento se convirtió en dos impresionantes cuádrigas situadas en uno de los principales accesos a la ciudad y en una de las arterias más importantes de la ciudad.

El último en poder disfrutarse es el ubicado en el aparcamiento de la calle Santiago. Con la mirada puesta en el pasado romano de la ciudad y al encontrarse el muro ubicado muy cerca del yacimiento de Las Medranas, Estela Rojo y Regue Mateos diseñaron una imagen con la intención de “aportar nuevas lecturas como si de un conjunto de capas de la Historia se tratara”.

La obra se articula tomando como elemento principal la figura de un pintor de época romana, el cual está interviniendo en los muros de varios espacios
interiores, reflejando escenas vinculadas con el vino, desde una cata en un triclinium, a la recogida y prensado de la uva.

La escena de pareja que el artista recrea, alude a una pintura pompeyana que tiene como protagonista a Clodia Metela, una mujer referente por la libertad e independencia con que trató de llevar su vida durante la antigua Roma. El objetivo: jugar con el viandante representando a alguien que representa lo que otros representaron, como una metáfora de la arqueología, capas que desvelan nuevas capas, todas relacionadas con la representacion en el arte, las costumbres, el vino, la agricultura y los espacios.

Pero no sólo el consistorio ha creado muros a gran escala en la ciudad. No hay que olvidar que Holika además de su huella musical también ha dejado su huella artística con la creación de un mural en la zona donde se celebra el festival. De nuevo las conexiones con Roma a través de las letras están presentes.

Además, la consejería de Igualdad del Gobierno de La Rioja también trajo a la ciudad un mural. Esta vez en una de las zonas nuevas de la ciudad, junto a las piscinas municipales. Allí puede verse el rostro de siete mujeres referentes en el ámbito nacional e internacional muy similar al que se saboteó en Ciudad Lineal.

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