Las diferencias salariales de los docentes en las distintas comunidades autónomas superan los 526 euros de media, y llegan a 690 euros en el caso de los profesores técnicos de Formación Profesional, según un estudio del Sector de Enseñanza de UGT divulgado este miércoles.
Según el mismo, un docente riojano cobra al mes una media de 2.421,13 euros al mes, sumando el salario base (1.113,98 euros), el complemento de destino (549,88 euros) y el complemento específico de la comunidad (757,27 euros).
La cifra riojana representa, en cuestión, casi 300 euros menos al mes que la que percibe de media un docente que desarrolla su labor en el País Vasco (2.713,40 euros, la más alta del país) y unos 15 euros menos que la de un profesor navarro (2.436,52 euros); si bien es superior a las de Castilla y León (2.353,78 euros) y Aragón (2.301,94).
Este cálculo solo tiene en cuenta las retribuciones iniciales, y no las derivadas de la antigüedad o la función desempeñada.
El estudio concluye que los docentes mejor remunerados son los de País Vasco, seguidos de los de Castilla-La Mancha y Cantabria. Por contra, los salarios más bajos corresponden a los de Aragón –incluso aplicando la subida del 2,5 por ciento prevista para marzo-, Cataluña -que tampoco ha materializado esa subida-, Extremadura y Comunidad Valenciana.
Para 2023, las retribuciones anotan la subida del 2,5 por ciento contemplada en los Presupuestos Generales del Estado y las previstas en las leyes de presupuestos de cada una de las comunidades, así como la subida aplicada en 2022 fruto del Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI, suscrito en octubre pasado entre el Gobierno y sindicatos, que prevé entre 2022 y 2024 una subida mínima del 8 y una máxima del 9,5 por ciento. No obstante, algunas comunidades aún no han aplicado la subida correspondiente.
Un equilibrio “urgente”
Para UGT, resulta “urgente” equilibrar estas diferencias salariales entre territorios, puesto que un mismo desempeño profesional debe ir acompañado de las mismas o similares retribuciones, habida cuenta del carácter estatal de los cuerpos docentes. Comunidades con un elevado coste de vida, como puede ser el caso de Cataluña, cuentan con uno de los salarios docentes más devaluados, al contrario que Madrid, que sí ha previsto aplicar la subida aprobada en los PGE.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
Esto supone que una maestra o un maestro de Primaria cobre en Cataluña en torno a 450 euros menos, unos 570 euros en el caso de una profesora o profesor de Secundaria o casi 700 euros si imparten Formación Profesional (unos 505 euros y 525 euros, respectivamente, una vez se aplique la subida), que un docente de País Vasco.
Las nóminas de los docentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como las relativas a los de Canarias y Baleares, son muy superiores, y no comparables en conceptos comunes a las del resto de comunidades, por cuanto añaden el complemento de residencia, dada su peculiaridad geográfica.
Este complemento supone en 2023 un aumento de 762 euros en las retribuciones de los maestros y profesores técnicos de FP de Ceuta y Melilla, y de 1.023 en las de los de Secundaria.
“La evolución de los salarios -afirma UGT- se ha caracterizado en los últimos 12 años por la progresiva pérdida de poder adquisitivo de las y los docentes, fruto de los recortes, la congelación salarial y la parálisis presupuestaria”.
Esa tendencia se rompió en 2019 con el incremento retributivo derivado de la firma del Acuerdo para la mejora del empleo público, suscrito por UGT, que permitió un aumento del 2,25 por ciento fijo, más un 0,25 adicional, a los que hay que sumar el Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI -la mencionada subida del 8 al 9,5 por ciento-.
A juicio de UGT, es imprescindible recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década, más todavía si se tienen en cuenta el aumento y la diversificación en la carga de responsabilidades que ha tenido este colectivo como consecuencia de la pandemia.
