ARTÍCULO PATROCINADO

La tecnología como terapia contra el TDAH

Pablo Hourcade en uno de esos jóvenes que han apostado en los últimos años por la innovación. Su tesis doctoral le hizo centrarse en los problemas de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el año pasado comenzó el proyecto de creación de una plataforma en la que poder llevar a cabo tratamientos no farmacológicos para poder trabajar los problemas de concentración de estos chavales. El proyecto se llama Jōōstech y potencia las habilidades de aprendizaje con programas diseñados y desarrollados para mejorar sus capacidades.

Los últimos meses los han dedicado a realizar una prueba piloto con la asociación de TDAH y en varios colegios navarros con el objetivo de testar los instrumentos que utilizan y con unos “excelentes resultados”. Ahora están en un proceso para trabajar con el CIBIR y poder llevar el proyecto al resto del país.

Melisa Silacci, fisioterapeuta y osteópata

“El TDH es una de las enfermedades más comunes entre niños de 5 a 8 años, uno de cada veinte niños la sufre”, explica Pablo, que relata que la hiperactividad, la compulsividad o el déficit de atención son algunas de las consecuencias a las que va ligada la enfermedad. A ese tercer punto es al que va dedicado su proyecto, que se consolida desde las puertas del Centro de Orientación y Emprendimiento de La Rioja.

“Se trata de una plataforma multimodal con los últimos avances, que no se centra únicamente en técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje sino en un entrenamiento para mejorar la capacidad de concentración de los chavales a través de juegos y con la ayuda de la Inteligencia Artificial”. Son veinte sesiones para que los chavales puedan mejorar su concentración pero también su capacidad de motricidad fina. Y que se pueden trabajar desde casa a través de juegos y ejercicios.

Kit PlayGress, del proyecto Joostech

En el proyecto trabajan siete personas. Entre ellos una fisioterapeuta, un director de investigación, un encargado de desarrollos tecnológicos y una neuropsicóloga. Reconoce que existen plataformas de ‘brain training’, pero que no están dando los resultados esperados. “Lo que nosotros hemos intentado es que el proyecto tenga una base tecnológica pero con un respaldo científico que avale los resultados”.

Cristina Esteves, neuropsicóloga

Así, un gran apoyo para ellos ha sido el vivero de empresas que a través de la ADER ha encontrado en el COE. “Primero ha sido muy interesante y gratificante porque es un espacio donde poder trabajar pero además nos han servido de nexo de unión con el CIBIR o con fundaciones que tienen proyectos de aceleradoras de empresas”, comenta Pablo que además valora la actividad mentora intensa que se hace desde el servicio del Centro de Orientación y emprendimiento de La Rioja y la facilidad que es trabajar con ellos y poder sumarse a las ayudas que están disponibles para las primeras inversiones que han tenido que realizar para sacar adelante el proyecto.

*Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

Subir