La Rioja

Cuca Gamarra: “Hay traiciones que ya están perdonadas”

A caballo entre La Rioja y Madrid, en poco o nada se parece la Cuca Gamarra que se marchó hace unos años a ‘hacer los madriles’ con la que actualmente compagina dos de los puestos más importantes del Partido Popular (portavoz en el Congreso y secretaria general del partido). Este fin de semana, la exalcaldesa de Logroño ha dado una entrevista a El Español donde se muestra más cercana que nunca.

No se rasga las vestiduras al reconocer que en política la han traicionado. ¿En Logroño? ¿En Madrid? ¿En esas primarias que tanto deshicieron el partido en La Rioja? ¿En los duros momentos que pasó con la salida de Casado? Ahí nos quedamos con la duda. Lo que sí deja claro en una larga charla con Lorena G. Maldonado, Esteban Palazuelos y Sara Fernández es que “hay traiciones que ya están perdonadas”.

Con chupa de cuero, uñas y labios rojos (todo muy de la década de los noventa), Cuca Gamarra va dando una de política y otra de vida personal que permite conocerla un poco más a fondo.  Con callo y cintura, no elude preguntas aunque, como ella misma dice, cuando se siente mal, se le nota.

Recuerda así una juventud en la que no tuvo hora para llegar a casa y que vivió como el resto de su generación. “En una ciudad como Logroño, una ciudad media y que tiene menos riesgos”.

EFE/Raquel Manzanares

De familia católica, reconoce que es “anárquica” en el sentido religioso. “Aunque sea creyente, no soy muy practicante”. Y es que, para la logroñesa, “lo preestablecido que pueda plantearse como obligación no me convence”. Así, nadie le ha dicho nunca qué creer. Sólo parece que el PP es su religión. “El partido está por encima incluso de nosotros mismos”.

Fue en ese Logroño de finales de siglo donde aprendió a ser  una “disfrutona” más de “codo en la barra que de bailar”. Y es que esta vitalidad hecha mujer es más de hablar que de mover el esqueleto (quizás por que no lo haga bien del todo, como reconoce), aunque es en esos momentos de fiesta donde “la política debe quedarse un poco a un lado”.

Pudiera parecer que sí, pero no. Gamarra no sólo se relaciona con políticos, no sólo habla de política y no todo tiene que ser política en su vida. “Eso es una limitación que empobrece muchísimo”. Quizás por eso también reconoce tener amigos de izquierdas. “Nunca le pregunto a nadie su ideología. Rodearse de gente plural enriquece”.

Al que no parece que podría tener de amigo es a Pedro Sanchez. “Sabe que lo es (guapo) y lo utiliza, pero yo no me fijo en eso”, apunta la exprimera edil logroñesa sobre el presidente del Gobierno cuando se le pregunta si es algo narcisista. Se nota que es el rival político a derribar. Y por eso, aunque se siente “más lejos de VOX que del PSOE”, no consigue encontrar a los socialistas, “absorbidos por el sanchismo”.

Mujer de partido que ha sabido nadar siempre entre dos aguas, está convencida de que existen tantas españas como españoles. Quizás por eso todos cuenten con ella (Rajoy, Casado, Feijoó) y sepa llevar tan bien las distancias ideológicas que existen entre gente como Borja Semper o Isabel Díaz Ayuso. Y es que lo tiene claro “el PP el partido más similar a la sociedad española”.

Gamarra también habla en la entrevista de la pandemia, de la angustia y de la tensión que sufrió en esos momentos, de que ha llorado por la política y que “desconfía de la gente que no llora”. Además, recuerda cuando de joven tuvo que acudir a una psicóloga a la hora de elegir entre ciencias o letras en sus estudios. “La volví loca”. Y asegura que ahora para descongestionar prefiere tirar de amigas (también psicólogas) y de deporte.

La número dos del PP se atreve a hablar con El Español del aborto (“no hay que prejuzgar a ninguna mujer que se haya visto en esa situación”), de feminismo (“es transversal y lo compartimos hombres y mujeres y mujeres independientemente de nuestra ideología”), de cultura (“lo de la ceja fue hace mucho tiempo, hay que superarlo”) y de la ley del ‘sólo el sí es sí’ (“no entiendo la soberbia de querer seguir defendiendo algo que la sociedad rechaza”).

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