Toros

La Biblioteca Carriquiri, el tesoro de Antonio Briones, cedida a la Comunidad de Madrid

‘Todo está en los libros’. Es por ello que la tauromaquia reside en la Biblioteca Carriquiri, que es el legado desmesurado, maravilloso, extraordinario e impagable que el riojano Antonio Briones (Haro, 1939) acaba de regalar a la cultura y al saber taurino y universal.

Alrededor de 20.000 volúmenes que desde el pasado martes esperan en la plaza de toros de Las Ventas a historiadores, estudiosos, investigadores, analistas y aficionados dispuestos a sumergirse en la más completa colección existente en torno al tesoro de la tauromaquia.

Tauromaquias pasadas y presentes, ganaderas y toreras, gráficas y escritas. Biografías, entrevistas, crónicas, tratados, reglamentos, revistas, apuntes, grabados, carteles, entradas, sellos, poemas, zarzuelas y novelas. En castellano, inglés, francés y portugués. Lo dicho: todo el saber taurómaco y torero desde que aquellos primitivos juegos en torno al toro despertaron curiosidades entre pintores y escritores hasta hoy. Y así hasta 12.000 obras recogidas en 20.000 volúmenes.

La Biblioteca Carriquiri es la obra que Antonio Briones ha cimentado a lo largo de su vida sobre sus dos grandes pasiones: los toros y los libros. Una aventura que comenzaría en su juventud, cuando recibió un escueto legado de parte de su padre y su suegro, y en la que le acompañarían más tarde bibliófilos de reconocido prestigio mundial, como Rafael Berrocal o el mejicano Marco Antonio Ramírez.

Eran tiempos sin internet, sin posibilidad de adquisiciones ‘online’ y sin tantas facilidades para contactar con tal o cual poseedor del libro deseado. Era entonces cuando los bibliófilos, unidos por amor a los libros, se alimentaban entre sí con ejemplares de las temáticas anheladas.

Solo así esta biblioteca puede presumir de dar cobijo al ‘Tratado del juego’, fechado en 1559, ‘La vida y muerte de San Pedro Regalado’, de 1600, la primera edición de la Tauromaquia de Pepe Hillo; una primera edición de la Tauromaquia de Goya, fechada en 1816; ‘Historia del toreo y de las principales ganaderías de España’ de Fernando de Bedoya (1850); ‘Tauromaquia de Pablo Picasso’ (1959), editada por la prestigiosa editorial Gustavo Gili; las obras taurinas de Hemingway traducidas en varios idiomas; o la ‘Génesis de una tauromaqui’a de Eduardo Naranjo (2014), un libro de arte con algunos grabados de altísima calidad, como los cuatro dedicados a Sánchez Mejías.

Quiso el destino que la puesta de largo de tan vasta y valiosísima cesión cultural, erudita y artística coincidiera en el tiempo con la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Gobierno a incluir los toros en el Bono Cultural Joven. ¡Qué cosas!

Antonio Briones mantiene junto a su hija María la biblioteca con total vitalidad y así ambos comprueban habitualmente la relación de libros editados nuevos y otros con los que aún no cuentan en sus fondos con el objetivo de hacerse con un ejemplar. ‘Cada semana compramos libros’.

Como no podía ser de otra forma, los autores riojanos también están presentes en tan amplio catálogo. Desde el gran Rafael Azcona hasta Miguel Ángel Martínez, pasando por César Jalón ’Clarito’, José Lumbreras, Pepe Herráiz, Miguel G. Carrere ‘Migueliyo’ o Pedro María Azofra.

Con la cesión de esta biblioteca a la Comunidad de Madrid, la familia Briones cumple un doble objetivo: que la accesibilidad de los investigadores a los fondos sea total y que el legado permanezca unido y en perfectas condiciones para su conservación.

Sin lugar a duda, que Antonio Briones se desprenda de esta importante parte de su vida supone un gesto de generosidad y altruismo de inusitada frecuencia en ambientes taurinos. El toreo siempre estará en deuda con la familia Briones. ¡Y yo les lanzo mi sombrero!

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