La Rioja

Alberto Lafuente, en Turquía: “Había que venir, las imágenes son horribles”

Alberto Lafuente, en Turquía: “Había que venir, las imágenes son horribles”

No es la primera vez que Alberto Lafuente, gerente del Servicio Riojano de Salud, viaja para colaborar como anestesista en catástrofes naturales y humanitarias. Lo ha hecho a Bangladesh, a Haití, a Indonesia, Afganistán, Cachemira… Este viernes volvía a echarse la mochila a la espalda para acudir, junto a sus compañeros del equipo Start, a Turquía y allí colaborar con la sanidad turca en la atención a los heridos por un terremoto que lleva ya más de 20.000 muertos y miles de heridos.

“Estoy perdiendo facultades”, cuenta a NueveCuatroUno mientras colabora en el montaje del hospital de campaña en una zona cuyo nombre “aunque me lo han repetido mil veces, soy incapaz de recordar”. Tantos años de despacho le han pasado factura, aunque la experiencia en este tipo de situaciones no se pierde nunca. Él y sus compañeros están en una zona equidistante a los tres distritos más afectados por los terremotos. “La idea siempre es que sea un sitio con buenas comunicaciones y a una distancia media de varios puntos para que puedan traernos heridos tanto de un sitio como de otro”, explica.

Tras un duro viaje ya está en la zona y esperan para los próximos diez o quince días un intenso trabajo. “En principio este primer grupo estaremos unos días y luego nos relevarán otros compañeros. La idea es que estemos aquí unos u otros hasta que se descongestione la situación en los hospitales turcos”.

En el mismo momento del suceso, el grupo Star activó a todos sus integrantes. “Había que venir”, dice seguro de que su labor es más necesaria que nunca. “Las imágenes de la televisión son horribles”. En la zona en la que está ya han visto los efectos de los movimientos terrestres, pero nada que ver con las que traen ya vistas por televisión. “Se ven muchas casas afectadas, pero como está un poco alejado, nada que ver con los que se está viendo en los informativos”.

Solo existen tres equipos especializados para este tipo de funciones en Europa y uno de ellos tiene base en España. El gerente del SERIS se reunió este jueves con otros profesionales médicos en Torrejón de Ardoz, desde donde partió un vuelo con destino a Turquía. Después de muchas horas de avión y autobús ya están en las labores de montaje de un hospital con quirófano, capacitado para intervenciones quirúrgicas y con las condiciones de hospitalización necesarias para albergar a veinte personas.

“No se trata sólo de atender a heridos por el terremoto, que también, hay que tener en cuenta que además de esa gente hay personas con enfermedades crónicas que ahora mismo no se pueden atender en los hospitales porque están totalmente saturados”. La experiencia en otras catástrofes como ésta le adelantan lo que se van a encontrar. “Habrá que tratar muchos traumatismos, pero también es importante el trabajo en obstetricia, porque habitualmente los embarazos se adelantan y en estas situaciones se dan muchos partos prematuros. Además están las urgencias generales. No hay que olvidar que sigue habiendo personas con enfermedades crónicas que tienen que recibir su medicación y otras urgencias que no tienen que ver con el terremoto”.

El equipo está formado por 82 personas. Una buena parte son sanitarios (médicos, enfermeras, anestesistas, epidemiólogos…), pero también llevan bomberos, personas destinadas a la logística, cocineros. “Estamos en buenas manos y como reyes”, dice medio en serio medio en broma con dos semanas por delante de dormir en tiendas de campaña pocas horas al día.

Hace tanto frío como se esperaban. “Enseguida empieza a anochecer, y aunque aún no estamos bajo cero (son las cinco y media de la tarde hora turca), pronto empezaremos a estarlo”. Con una sonrisa que se sigue intuyendo a través del teléfono valora la labor que todos están haciendo por colaborar con una situación compleja. “Luego este tipo de situaciones pronto se olvidan, así que hay que ayudar en todo lo que se pueda”, asegura mientras continúa con el montaje de un hospital que salvará decenas de vidas durante las próximas semanas.

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