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Gol en Las Gaunas: ‘El pecado original de la UD Logroñés’

La UD Logroñés suma 21 puntos, dos menos que el Talavera, que no es rival directo por evitar el descenso porque sencillamente juega en el otro grupo de Primera Federación. La entidad blanquirroja se encuentra inmersa en su mayor crisis de resultados, en su mayor crisis también de identidad, y nadie se salva de la quema. “Félix Revuelta está lejos”; “Sergio Rodríguez no dice nada ni tampoco hace nada”; “Dupi no ficha a nadie y encima está más ocupado que preocupado”; “Natxo González no gana un partido en el fútbol español, no cree en el mercado de invierno, y tampoco dimite”; “los jugadores no le ganan a nadie, no meten un gol, no están implicados y nos llevan ‘directitos’ a Segunda Federación”; “la directiva debería dimitir en bloque para al menos hacerle llegar un mensaje alto y claro al propietario”. “Aquí nadie hace nada para evitar el desastre”… Y así, de parte de los aficionados, para todos y cada uno de los empleados de este club. Porque todo parece haber saltado por los aires tras trece jornadas sin conocer la victoria en una categoría que se entiende como el escalón más bajo en el que debería jugar esta entidad, por presupuesto y masa social.

Así debería ser. Hasta que la realidad del fútbol y las consecuencias de las malas decisiones sitúan a la UD Logroñés a seis puntos de la permanencia, después de haber perdido los dos partidos que se había marcado hace tres semanas como los adecuados para reaccionar y no complicarse más aún la vida. Sin embargo, el asunto ya está complicado, sumamente complicado, y no parece haber una respuesta porque nadie, ni dentro ni fuera de la entidad, parece tenerla. Brotan, desde fuera pero también desde dentro (y esto es novedad), mensajes negativos que no ayudan a capear el temporal. La UD Logroñés ha pasado por problemas, ha tenido crisis importantes, pero mantenía en sus cimientos la ilusión de saber que podía seguir creciendo, de que el camino iba a ser complicado pero que la meta estaba marcada en la agenda. Se consiguió en 2020 y comenzaron los problemas.

Dos años más tarde, el discurso positivo pese a la que está cayendo es inexistente. La negatividad ha calado en las estructuras más profundas del club. Nadie, dentro, le quita algo de hierro al asunto, algo de peso al pesar. Sigue el luto por el descenso del fútbol profesional, y desde entonces -quizás incluso antes- nadie parece dispuesto a sacarse el traje negro de encima. Ni la ciudad deportiva como cimiento por fin visible de un futuro prometedor sirve para coger aire y apretar para no desviarse del camino. Nada calma el desconsuelo en el que se vive el club, del primero al último. El disgusto del fracaso constante impide reconducir la situación. Se espera esa victoria que los jugadores no logran sobre el césped y la trituradora de la derrota infinita está picando cualquier atisbo de esperanza. Es esa negatividad de la que hablaba recientemente Imanol Idiakez, técnico de un Leganés, que desde un discurso diferente va resolviendo también el descenso de Primera del club pepinero, que tampoco acertó en su primera temporada en Segunda División.

Al sur de Madrid van resolviendo sus asuntos, quizás han reconocido ya cuál fue su pecado capital. Porque no hace muchos años el Leganés era un club modesto del fútbol español, se convirtió en un club de Primera, y ahora, parecía, se iba directo de vuelta a la tercera categoría del fútbol español. Sin embargo, lejos parece encontrarse la UD Logroñés de averiguar cuál es este pecado que le tiene ahora mismo a tiro de piedra de la cuarta división. No sabe qué ha podido pasar para semejantes resultados. Porque el equipo no funciona, pero seguro que hay motivos que lo expliquen. Por eso se siguen mandando mensaje negativos, porque cunde el desánimo, hay incluso mensajes contradictorios, porque unos querían fichar, otros esperar, y otros no les parecía interesante. O unos querían cambiar de entrenador, otros que siguiera, y otro que no dimite. Dos semanas de desastre en desastre con dos desastres deportivos que le agravan el desastre.

¿Cuál es por tanto el error capital que ha provocado que la UD Logroñés no gane un partido y esté a seis puntos de la permanencia? ¿Cuál es su pecado original? Porque el Talavera suma 23 puntos, dos más que la UD Logroñés. Porque hasta el Talavera ha logrado darle la vuelta a su situación. El equipo manchego comenzó la pretemporada y también la temporada siendo un conjunto de Segunda Federación. Pero se encontró con un ascenso administrativo que se resolvió sin tiempo para reforzarse. Perdió los siete primeros partidos de la temporada. Estuvo once jornadas sin ganar en las que solo sumó un empate, es decir, perdió diez de los primeros once encuentros en liga. Entonces, le dieron por desahuciado. Ahora, el conjunto manchego ha reaccionado con una única derrota en once jornadas, en las que ha sumado seis triunfos. También el Talavera está resolviendo sus problemas.

Así que, ¿cuál es ese pecado original que está situando a un equipo de nivel medio alto en una situación clasificatoria límite? La salida de Carlos Lasheras, actualmente director deportivo del Sestao, y que nunca pudo decidir un entrenador en la UD Logroñés.

Indagamos más en los problemas de la UD Logroñés en un nuevo capítulo de Gol en Las Gaunas, que puedes escuchar aquí.

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