Los picos de infecciones respiratorias se han unido en las últimas semanas a un problema que viene de lejos con determinados medicamentos y han provocado en las farmacias falta de suministro en algunos de ellos. El problema, aunque no afecta únicamente a La Rioja (ni siquiera únicamente a España), sí que está empezando a ser un quebradero de cabeza para las farmacias riojanas que se encuentran teniendo que hacer de detectives para encontrar los medicamentos que a ellos les faltan.
Mario Domínguez es el presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja y aclara que no se trata de un problema ni de un lugar concreto ni de un momento concreto. “Hay que dejar claro que no es un problema que sólo afecte a nuestra comunidad sino que es generalizado en toda España y que ni siquiera es un caso español si no de buena parte de Europa. Además es un problema que ya venía de antes de la pandemia y que es posible que se haya grabado un poco con la invasión de Ucrania por la falta de algunas materias primas”, explica a NueveCuatroUno.
Tampoco quiere pasar por alto que se trata de un problema que tiene solución. “Nadie se queda en La Rioja sin medicamento”. Así la tecnología puntera de las farmacias permite primero prever los problemas que puede haber con el suministro y segundo encontrar en un radio concreto si el medicamento solicitado puede encontrarse en otra de las farmacias más cercanas a la suya.
“No deberíamos hablar de desabastecimiento porque no es así. Lo que realmente está pasando es que llega con cuentagotas”, detallado, dando por hecho que no se trata de un problema que vaya a ir a más en los próximos meses. “Los picos de demanda contribuyen a que surjan estos problemas pero hay muchas más causas”.
Domínguez explica que una de las principales causas es que “algunos principios activos solo se fabrican en una o dos plantas en todo el mundo, eso supone que cuando esas plantas tienen problemas terminan llegando al mercado”. Además también hay cuestiones de calidad. “No es lo mismo cambiar un envase en cualquier otro producto que en un medicamento, los problemas administrativos son interminables”, explica. A eso se suma la falta de algunas materias primas con la invasión de Ucrania y la alta demanda en los meses de invierno.
Pero hay otra causa más y esa es una de las más importantes: el precio de los medicamentos en España. “Es muy barato y habrá que sentarse para tratar ese tema pausadamente”. Este bajo precio de los medicamentos haría que a determinadas compañías no les merezca la pena vender medicamentos en nuestro país. Antidiabéticos, antibióticos, medicamentos destinados al sistema nervioso llegan con cuentagotas a las farmacias. “Hay que decir que nueve de cada diez de estos problemas se solucionan en la misma farmacia para no trasladarlo al paciente”.
Lo tienen cuantificado. Las farmacias dedican entre 7 y 8 horas semanales a gestionar el problema de este bajo suministro de medicación. Desde allí se busca una solución que puede pasar por encontrar el medicamento en otra farmacia o cambiar el formato del mismo. “Es un sector muy regulado pero, en estos casos, se nos permite cambiar el formato de la medicación y darla en vez de en jarabe en sobre o en comprimidos”, cuenta explicando que siempre sin cambiar el mismo principio activo.
Quizás los mayores problemas llegan con los medicamentos pediátricos. La amoxicilina pediátrica está siendo una de las más demandadas este invierno. “Estamos intentando dejar los que van en formato de jarabe para los niños más pequeños que tienen más dificultad para tomar otras opciones y los sobres y comprimidos para los que ya son más mayorcitos ya que se pueden dividir las dosis de las que se prescriben para adultos”, explica.
Aún así asegura que la población no debe dejar de estar calmada. “No hay ningún tipo de motivo para hacer acopio de esos determinados medicamentos”. Esa sería la peor de las soluciones ya que provocaría complicar una situación que, por el momento, “está controlada”.
