La Rioja

El pueblo riojano cuatro veces más barato que un piso en Logroño

Abandonada desde 1974, buena parte de la localidad de Oteruelo, en pleno valle de Ocón, lleva a la venta casi dos décadas. La falta de interesados durante todos estos años ha propiciado que los dueños de casi una tercera parte del municipio hayan ido poco a poco disminuyendo su precio de venta. A día de hoy, por 49.000 euros -cuatro veces menos de lo que cuesta un piso en Logroño- es posible comprarse un buen pedacito de aldea en uno de los valles más bellos de La Rioja.

Este pueblo, situado en el valle de Ocón, entre la cuenca del Jubera y del Cidacos, salió a la venta hace un tiempo por 179.000 euros. En vista de que ningún atrevido ha puesto una oferta sobre la mesa para hacerse con el pueblo, el precio bajó hace algo más de tres años hasta los 79.000. Ahora puede encontrarse casi por la mitad. ¿Un chollo? Pues depende de lo que vaya buscando el comprador.

El municipio cuenta con un entorno envidiable. Rodeado de encinas, robles y hayas, la localidad está situada en uno de los valles más bonitos de la región. A pocos metros del molino de piedra, con municipios cercanos con servicios y actividades a lo largo de todo el verano. Un entorno maravilloso para los amantes de la tranquilidad y la belleza paisajística.

Además, la zona dispone ampliamente de cobertura, fundamental en los tiempos que corren y las conexiones con otros municipios son correctas. Tampoco es problema el agua, ya que en su día se construyó un depósito para su abastecimiento.

El mayor inconveniente es que la aldea no dispone de luz eléctrica -el enganche más cercano se encuentra a 500 metros- y que la mayoría de los edificios presentan un estado ruinoso, por lo que sería necesario una buena reforma para poder dejarlos en condiciones para ser habitables.

Nueve solares

En concreto, son nueve solares los que están a la venta, distribuidos en tres calles y con superficies de entre 52 y 186 metros cuadrados. Además, dispone de otras tres fincas rústicas que se encuentran a la entrada del pueblo, anexas al núcleo urbano y con una superficie de 2.500 metros cuadrados. En definitiva, una oportunidad única para cuando la tranquilidad es lo que se busca.

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