El Rioja

¡Manos a las cepas! Elciego y Burdeos vuelven a competir por la poda

Tijeras de podar manuales, guantes y serrucho. Todo listo para inaugurar la tercera edición del Concurso de Poda en Elciego que se celebra el próximo sábado 11 de febrero de la mano del pueblo francés hermanado Cussac Fort Médoc. Unos 25 viticultores llegados desde tierras de Burdeos y con su alcalde Dominique Fédiu a la cabeza competirán con cerca de otros 25 profesionales de las cepas de Rioja Alavesa procedentes de localidades como Villabuena de Álava, Lanciego y, sobre todo, Elciego.

Entre los asistentes está Miren Martínez, de Bodegas Luberri, aunque la gran mayoría de participantes son agricultores a título principal. Ella fue la primera mujer en sumarse al séquito de podadores en febrero de 2020 cuando se inauguró esta competición, pero este año ya son cinco las figuras en femenino que se van a cargar las tijeras el próximo viernes. “Los organizadores del concurso llevaban tiempo queriendo incorporar mujeres y no conseguían que nadie se animara, así que me premiaban casi que por la mera razón de ser la única en participar. El año pasado planteé el no presentarme y no me dejaron”, ríe.

La jornada dará comienzo a las 9:00 horas de la mañana con una charla formativa para los concursantes en la casa de los maestros del municipio alavés con el fin de explicar las ya conocidas normas del juego: “Se fijan unas pautas para que los métodos sean comunes, ya que la poda que ejercemos aquí es diferente a la que hacen allá en Burdeos. En nuestro caso, dejamos menos madera, unos brazos más limpios, mientras que ellos apuestan por dejar más trozo de sarmiento, dicen, con el fin de evitar que entren enfermedades”.

Y seguido, ¡manos a las cepas! La finca de Cerio propiedad de Marqués de Riscal será el escenario elegido para desarrollar el concurso donde se fija un tiempo máximo de 30 minutos para podar unas 30 cepas. Los aspectos a puntuar son varios, desde el tipo de corte en el sarmiento primando uno recto y limpio hasta las tijeras que empleen para ello. “Aquí quieren espectáculo y cuanta más indumentaria lleves encima, más puntos consigues. Por ejemplo, puntúan mejor que uses unas tijeras manuales, que lleves guantes y gafas protectoras e incluso un serrucho a la vista. Yo solía llevar una pequeña en el bolsillo y eso no cuenta”, apunta la viticultora.

Su preferencia son las viñas al vaso, ya que en la bodega familiar la gran mayoría siguen este sistema, “y es muy diferente a podar una espaldera”. Así que Miren ya está entrenando en algunas viñas en espaldera de cara al concurso para ir cogiendo ritmo. En cuanto a los utensilios, no descarta usar unas tijeras manuales para ganar algún punto más, aunque en las ediciones anteriores ha tirado de las eléctricas que son las que usa habitualmente. “Al final este encuentro es más una celebración que una competición, porque estrechas lazos incluso con vecinos de tu pueblo”.

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