La Rioja

«Te voy a matar, me tienes harto y no me vas a joder más»

El Tribunal Superior de Justicia de Navarra celebra estos días el juicio contra Santiago Martínez Martínez, profesor en San Adrián (Navarra) y anteriormente funcionario del Ayuntamiento de Calahorra, que estuvo a punto de matar a Ana Delgado, enfermera de Quel, tras pegarle una paliza con un bastón y cuyos golpes la mantuvieron durante semanas en la UCI del hospital San Juan de Dios en Pamplona.

La Fiscalía pide 14 años y medio de prisión y 800.000 euros de indemnización para el autor de una paliza que ocurrió ahora hace dos años en el domicilio que el matrimonio compartía en Azagra. Santiago Martínez se encuentra en prisión provisional desde que se entregrase ese mismo día a la Policía Foral en Estella afirmando que había matado a su esposa. La acusación particular aumenta su petición a 15 años de prisión y un millón de euros de indemnización.

En la jornada de este jueves, testificaron ante el juez el presunto agresor, la víctima y testigos de ambas partes: amigos y familiares de Ana y familiares de Santiago.

Tal y como se conoció en su día, entre las 11 horas y las 12 horas del 20 de febrero de 2021, el acusado fue a la habitación donde dormía la víctima y, aprovechando que se estaba levantando de la cama, le propinó varios golpes en la cabeza, cara y cuerpo con un bastón metálico de color cobre de 102 centímetros de longitud, 2,2 centímetros de diámetro y un peso de 1,38 kilos; cesando su conducta solo cuando pensó que la había matado. Después se desplazó hasta Estella, a 47 kilómetros de su municipio, para personarse ante la Policía Foral.

Las lesiones que la paliza provocó en Ana han sido enormes. De hecho, durante días llegó a temerse por su vida. Al traumatismo craneoencefálico grave que la ha mantenido al menos 547 días en recuperación, se le añaden varias lesiones más que han hecho que la víctima no haya llegado todavía al nivel estable de curación, siendo imposible determinar en este momento el alcance final de las lesiones y secuelas que le van a quedar de forma permanente.

Tal y como relata Diario de Navarra, el primero en declarar este jueves fue Santiago Martínez Martínez, quien detalló su versión de los más de diez años de relación y ofreció una pormenorizada secuencia previa a la agresión muy distinta a la de la víctima. Sin embargo, del momento de la paliza, dijo no recordar nada.

Cuando despertó y vio a la mujer en el suelo, se marchó del lugar y acabó en la comisaría de la Policía Foral, donde según los agentes dijo que creía que había matado a su mujer. Él no recuerda haber usado esas palabras y negó, en el juicio, que quisiera matarla.

El acusado relató que esa noche durmió «malamente» y que en una de las veces que se levantó al baño ella apareció y le dijo que al día siguiente iba a llevarse unos muebles, que sacara el coche. El acusado añadió que en la conversación ella expresó algo que, según él, le decía «muchas veces». «Me dijo que no había tenido huevos de matar a mi exmujer y que quería hacérselo a ella». Aseguró que subió a la habitación a pedirle «que dejara de vejarle» con esa frase y que, a partir de ahí, ocurrieron muchas cosas: dijo que ella rompió un cuadro, que tuvieron una conversación «muy larga».

Según el acusado, un amiga llamó a su mujer y ella contestó: «Este hombre me va a matar». «Me quedé tan sorprendido que le quité el teléfono. Lo iba a apagar cuando veo una sombra gris viniendo hacia a mí… luego supe que era ella que venía con un espejo. Entiendo que me aparté… y ya no sé qué me pasó». Añadió que no sabe cómo llegó el bastón a sus manos.

Cuando se despertó, vio a su mujer en el suelo, rodeada por mucha sangre: «Me di cuenta de lo que había pasado y me fui, no podía ver aquello». Cogió el coche y salió «sin rumbo fijo». «Pensaba que su amiga habría avisado a la policía… pero al caer en que igual no era así, aceleré y fui a la Policía de Estella». Según añadió, solo quería que atendieran a su mujer.

«Te voy a matar, no me vas a joder más»

Por su parte, Ana Delgado, que sufre graves secuelas neurológicas que le afectan a la conducta y el ánimo, asegura que hay muchas cosas que no recuerda, pero el inicio de la agresión lo tiene muy presente: «Yo me iba a levantar de la cama y entró gritando con un bastón de hierro que acaba en cruz apuntando al techo». Gritaba: «Te voy a matar, te voy a matar, me tienes harto, no me vas a joder más». Se movía de izquierda a derecha alrededor de la cama. Yo le decía: «Piénsatelo, Santi, qué estas haciendo… Hasta que me dio con el palo en la cabeza… y me destrozó. Y ya no recuerdo nada más».

También tiene claro que la versión exculpatoria de su expareja (dice que estuvieron charlando de forma amistosa antes de la agresión) no es cierta. «Para nada», respondió ella cuando se la leyeron, con el acusado en otra sala.

Ana Delgado declaró que «intuía» que el procesado le iba a hacer algo. «Había decidido separarme de él. Pero no me dejaba. Yo lo decía de ir a un abogado para hacer todo transparente y no había manera. Me gritaba y me decía muy agresivo que en esa casa no iba a entrar ningún abogado ni ningún juez», aseveró.

Este viernes continuará el juicio con declaraciones de técnicos, psicólogos, sanitarios… Es posible que éste pueda alargarse en una jornada más si el juez así lo determina. Después quedará visto para sentencia.

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