El pleno del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado este jueves la modificación puntual del Plan General en la parcela del Casco Antiguo donde se ubicará la nueva sede de la empresa Bosonit, con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos (UP) y los dos concejales no adscritos.
En esta votación, que solo afecta al planeamiento urbanístico, se han abstenido el PP y Partido Riojano (PR+) -que forma parte del equipo de Gobierno local- y ha votado en contra Ciudadanos (Cs), porque estos grupos sostienen que el moderno edificio que proyecta esta empresa tecnológica carece de respaldo técnico.
El alcalde logroñés, Pablo Hermoso de Mendoza, ha asegurado que “Logroño puede ser una tecnópolis” y ha respaldado el edificio diseñado por el arquitecto japonés Kengo Kuma, quien plantea un mirador en 360 grados al centro histórico, sobre una empresa con 300 jóvenes trabajando en tecnología.
Ha agradecido a todas las unidades municipales “el esfuerzo, trabajo y dedicación” que han puesto en la tramitación de esta modificación, que ha logrado su aprobación definitiva, tras otra inicial y su sometimiento a exposición pública, en la que no se presentaron alegaciones.
Al centenar de jóvenes trabajadores de Bosonit que han acudido al pleno, les ha transmitido que, durante la sesión, han podido “ver dos maneras de entender la ciudad, con el señor del PP que quiere ser alcalde ha dicho que el proyecto Bosonit lamina 5 siglos de historia y prefiere un solar”, y la del equipo de Gobierno.
En ocho años de Gobierno popular, “no hicieron nada” en ese solar, pero es que ahora, “tampoco dejan hacer al resto”, ha lamentado Hermoso de Mendoza, quien les ha acusado de utilizar este asunto con interés electoral.
“Dentro de un tiempo, recuerden a quiénes pusimos el empeño en que esto saliera adelante: porque creemos en la creación económica y de riqueza. Yo creo en un Logroño de futuro y la ciudad puede ser un tecnópolis”, ha subrayado.
Por su parte, el concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, ha precisado que esta modificación puntual ya estaba contemplada en la enajenación de la parcela, ubicada en la calle Marqués de San de Nicolás junto a la iglesia de Santa María de Palacio, que ha permanecido vacía durante 15 años.
Ha recordado que se modifica el plan para que el solar pueda acoger oficinas y también uso residencial, pero “la edificabilidad no aumenta respecto a lo establecido anteriormente”.
Caballero ha puntualizado que, más adelante, la empresa promotora tendrá que presentar el proyecto de licencia de obra para construir el edificio y ha recordado la oposición que recibió por algunos sectores el museo Guggenheim de Bilbao hace 25 años y cómo “otras ciudades han clonado este caso de éxito en la regeneración urbana”.
Gestión “tramposa y de confrontación”
El portavoz municipal del PP, Conrado Escobar, ha respaldado el proyecto de expansión de Bosonit y la promoción de empleo joven, pero ha asegurado que “dos iconos de la ciudad, San Bartolomé y Palacio, se van a ver de otra manera con esta modificación”.
Ha acusado al alcalde de “tensionar” a la Corporación con su gestión “tramposa y la confrontación” que provoca, al autorizar un edificio de 26 metros de altura junto a un edificio monumental como la iglesia de Santa María de Palacio.
Además, la concejal de Cs, Rocío Fernández, ha cuestionado que el edificio “amenaza” el tramo del Camino de Santiago por la ciudad, y ha recalcado que “para crear empleo no hace falta un cambio alturas en el plan general ni romper con el patrimonio de Logroño”.
Ha asegurado que hay informes técnicos desfavorables, porque cambian las alturas, las alineaciones y la parcelación del solar, pero “el voto político ha barrido esas cuestiones”.
La portavoz de UP, Amaia Castro, ha insistido en que la modificación del planeamiento dispone de todos los informes favorables a los que obliga la ley y ha criticado la “batalla de informes usados de forma torticera por algunos grupos de cara a la campaña electoral”.
Por último, el portavoz del PR+, Rubén Antoñanzas, ha criticado que el PSOE ha “gestionado mal” este asunto, porque han puesto a la empresa “en el foco” y le han provocado “un daño colateral de imagen”. cuando lo único que ha hecho Bosonit es defender sus intereses legítimos de instalarse en un espacio en el Casco Antiguo.
