José Manuel Azcona, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha dicho este lunes a EFE que las víctimas de ETA sienten “un cierto abandono institucional y olvido social, porque muchos jóvenes no saben qué hizo la banda terrorista”.
Azcona pronuncia en Logroño la conferencia ‘El asesinato social de las víctimas de ETA’, dentro de los actos de conmemoración del 199 aniversario de la Policía Nacional.
Este catedrático ha denunciado que los familiares de los asesinados por ETA sufrieron también “el asesinato social” por una parte de su entorno que apoyaba a los terroristas, lo que supuso una revictimización. Este “ostracismo social” estaba “muy organizado y estructurado” por la banda terrorista, ha asegurado, con el fin de “destruir, lo que ellos llamaban la semilla de los enemigos de la patria vasca”, porque había “células y grupos dedicados a fomentarlo”.
Así, ha relatado que los hijos de los asesinados por ETA “sufrían el vacío y desprecio” de muchos de sus compañeros en los colegios e institutos, algunos vecinos consideraban “apestados” a los familiares y en las tiendas no les atendían.
“Aunque algunos vascos mostraban en privado su apoyo a las víctimas de ETA, después en público miraban hacia otro lado, por el miedo social”, ha indicado este catedrático.
Esta situación generó “una metafísica del comportamiento”, ha explicado, porque “se consideró la idea dominante estar a favor del verdugo”, hasta el asesinato del concejal del PP de Eibar Miguel Ángel Blanco en 1997.
El secuestro y asesinato del joven edil supuso “uno de esos fenómenos sociales” que los historiadores no son capaces de “explicar bien”, ha reconocido, porque no había pasado con ningún asesinado anterior ni posterior.
“Ahí hubo un cambio radical. La sociedad civil pegó un giro copernicano sobre ETA, lo que supuso también una de las razones de su caída en 2011”, ha agregado.
Respecto a la política de acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco, se ha mostrado partidario de que se cumplan las condenas y ha considerado que responde “a una decisión política de un Gobierno que necesita de sus socios para sostenerse cada día”.
Además, ha lamentado, aún en 2022 las víctimas han tenido que presenciar actos de bienvenida en sus municipios de los asesinos de ETA, “camuflados o no”.
A su juicio, “hay que recordar y estar con las víctimas, aquí no hay equidistancia, parece que se ha pasado página demasiado rápido”.
“¿Quién se imaginaba que Rusia iba a invadir un país europeo?: Nadie. Hay que descartar que estos fenómenos (en relación a ETA) puedan volver, con el recordatorio y la lucha intelectual continua”, ha concluido.
