La Rioja

“Arnedillo vive por el turismo, con más plazas hoteleras que habitantes”

Pedro Montalvo, con el pueblo de Arnedillo al fondo

“Todavía está por decidir si me volveré a presentar a alcalde o no”, reconoce Pedro Montalvo desde el ayuntamiento de Arnedillo. El también senador por el Grupo Parlamentario Socialista cumple este año dos décadas como primer edil del municipio, aunque arrastra otros seis años más como concejal (entre 1997 y 2003) en este enclave del valle del Alto Cidacos que ocupa un lugar importante en el mapa turístico europeo.

Ya el abuelo de Pedro trabajó de joven en las termas de Arnedillo donde era costumbre por esa época acudir a darse baños de barro, lo que demuestra cuál ha sido la principal fuente de riqueza de un pueblo incrustado entre montañas al que no llegó ni la industria ni la agricultura.

– ¿Es Arnedillo un municipio que ha vivido y vive del turismo?

– Sin lugar a dudas. El pueblo vive de lo que viene, por y para el turismo, y eso lo hemos tenido claro desde el principio. Por eso hemos buscado siempre el equilibrio, porque no se puede olvidar a los vecinos, que son quienes mantiene el pueblo y sus servicios durante los 365 días al año. Y quien no se ha dedicado al turismo local es porque trabajaba en la construcción o en la industria del calzado de Arnedo. Pero desde los año 80 el Balneario abre todos los días del año, momento que supuso entonces un punto de inflexión en el progreso del pueblo ya que vino mucha gente a trabajar y ya se quedó a vivir, formando aquí su familia.

– Más allá del Balneario, Arnedillo cuenta con una oferta turística muy completa y diversa.

– El Hotel del Balneario funciona como el timón económico del pueblo porque genera cien puestos de trabajo que están ocupados mayormente por gente de Arnedillo y también de pueblos de alrededor. Pero luego tenemos dos hoteles más, cuatro casas rurales y numerosos apartamentos turísticos repartidos por el municipio. En total, hay una oferta de unas 600 plazas hoteleras en un pueblo que no llega a los 500 habitantes, algo que no es nada habitual. Por no hablar del resto de turismo deportivo, natural y gastronómico con los que cuenta el pueblo.

– ¿Cómo ha evolucionado la población del municipio en las últimas dos décadas?

– En el cómputo global, Arnedillo ha sumado habitantes (actualmente se encuentra en las 450 personas censadas), aunque la pedanía de Santa Eulalia Somera sí ha perdido algo de población. Una evolución que viene motivada porque el el municipio tiene todos los servicios básicos necesarios para vivir. Es curioso el caso de los doce adosados construidos antes de irrumpir la crisis de 2008 que se quedaron a medias. Ha sido ahora en los dos últimos años cuando se han completado y han acabado todos vendidos a familias jóvenes. Eso es un lujo.

– ¿Se trata de una población más estacional?

– Cierto es que los picos de mayor afluencia se concentran en los meses de verano. Es más, en agosto podemos llegar a alcanzar los 2.500 vecinos. Pero Arnedillo cuanta con muchas segundas residencias para fines de semana y periodos vacacionales, ya que en torno al 70 por ciento del casco antiguo está adquirido por vecinos del País Vasco que acuden con toda la familia.

– ¿En qué punto se sitúa ahora Arnedillo?

– Hemos logrado situarlo en primera línea turística, convertirlo en referente turístico por excelencia no solo en La Rioja sino a nivel mundial. Hasta aquí llegan principalmente por el atractivo de las aguas termales mineromedicinales con propiedades terapéuticas, pero se quedan por otros recursos turísticos que se encuentran. Tenemos un recién reformado Centro de Interpretación del Observatorio de Buitres, las cuevas del ajedrezado en Santa Eulalia Somera con esos lagares rupestres donde antaño los antepasados hacían vino o la rehabilitación del paseo de las siete ermitas y el torreón de Arnedillo, que funciona como el guardián del pueblo. Y nos seguimos reinventando con el parking de autocaravanas habilitado hace ya unos diez años y reconocido como uno de los tres mejores aparcamientos de este tipo en Europa por la ubicación, servicios y comodidades que ofrece. Se dice pronto, pero tenemos 3.000 pernoctaciones de autocaravanas al año que se concentran mayormente en otoño e invierno.

– ¿Y qué retos tiene ahora la Alcaldía?

– Continúe o no, porque todavía está por decidir si me volveré a presentar o no, el mayor reto es mantener todos los servicios turísticos de calidad que tiene a día de hoy el municipio, pero sin que se convierta en un turismo masificado y enfoncándonos en el sector hostelero que está tan dañado por la falta de mano de obra. Esto lo vamos a conseguir gracias a unos presupuestos municipales aprobados para este último año que se van a duplicar alcanzando los 1,8 millones de euros.

– ¿Se han cerrado bares o restaurantes en el pueblo en los últimos años?

–  En los últimos cuatro años se han cerrado dos. Uno de ellos ya estaba cerrado antes y se volvió a abrir, pero no salió bien. Esperamos que de cara al verano vuelvan a funcionar, por eso nos hace falta tener ese atractivo para quien quiera abra un nuevo comercio y hacerlo rentable.

– ¿Cuál es su legislatura favorita en la que ha gobernado?

– (Suspiro) Pues difícil contestar a eso. Esta última ha sido verdaderamente complicada porque con la pandemia se pasó muy mal, especialmente en un pueblo tan dependiente del turismo. Le dimos dado muchas vueltas a la cabeza en intentar que nuestros vecinos estuvieran lo mejor posible, combatiendo la soledad y las necesidades básicas. Eso nos llevó a organizar una colecta entre las asociaciones Zopín y Tierras de Pan, el consejo parroquial y el consistorio para donar alimentos a las familias más necesitadas. Un gesto en el que se volcaron todos los vecinos y eso es de agradecer.

– ¿Qué trabas se ha encontrado en los veinte años de mando?

– Aún recuerdo la guerra que dimos con la travesía de Arnedillo. Hubo un tiempo que un Gobierno regional no nos escuchó ni nos ayudó para rehabilitar este recorrido nuevo que ya hoy luce en perfecto estado y que permite discurrir desde el cementerio hasta el hotel El Olivar o el Balneario paseando por aceras con seguridad porque antes convivían vehículos y peatones. Una obra que ha concluido su segunda fase este pasado 2022 y es que en Arnedillo se están haciendo inversiones que se deberían haber hecho ya hace años. Me da pena que por ser de otro color político no se nos ponga la misma atención que a otros municipios y espero que si en un futuro el nuevo Partido Popular gobierna alguna vez La Rioja trate a todos los municipios como está haciendo el actual gobierno.

Subir