La Rioja

Jesús Ibáñez, la voz y oídos de Herce durante 36 años

Jesús Ibáñez, junto al escudo del puebo de Herce

Nueve legislaturas consecutivas al frente de la gestión de Herce más cuatro años previos desempeñando la labor de concejal. Jesús Ibáñez ha dedicado más de la mitad de su vida al progreso de su pueblo natal, “al servicio a los demás”. Un periodo que ha demostrado la confianza puesta de este municipio en quien se ha convertido en la voz y los oídos de unos 320 habitantes.

– ¿Qué le mueve a una persona a permanecer 36 años en la alcaldía de un municipio?

– Lo primero y más principal es querer mucho a tu pueblo y querer ir mejorándolo. Ser alcalde de tu pueblo es una gratificación tremenda, aunque a la vez también tengas gran cantidad de cosas malas e sinsabores. Pero al final te quedas con lo bueno y ver la mejora de tu pueblo y el apoyo recibido legislatura tras legislatura reconforta mucho.

– ¿Le ha costado la alcaldía alguna amistad?

– Me ha costado de todo porque también he perdido la relación con familiares por el tema de la política, pero eso es así. Yo me habré equivocado en estos años como todo el mundo, pero siempre lo que hemos hecho ha sido por la mayoría. Nunca llueve a gusto de todos y al final en un pueblo pequeño todos te conocen, lo cual es bueno y malo a la vez.

– ¿Ha dejado cosas en el tintero con el fin de volver a presentarse a alcalde a las próximas elecciones municipales del 28 de mayo?

– En este momento no puedo ni afirmar ni negar porque está todo en el aire. Aún no he decidido qué postura tomaré, si bien es cierto que llevo ya muchos años y a lo mejor es hora ya de retirarme, pero aún no lo tengo claro. Lo único que importa es que quien salga trabaje en beneficio de nuestro pueblo.

– ¿Cómo recuerda Herce cuando pusiste un pie por primera vez en el consistorio?

– Pues era totalmente diferente a lo que es ahora porque era un pueblo con una gran falta de servicios que a día de hoy están cubiertos al cien por cien. No hay más que ver el cambio en las fotografías. Y es que el apoyo que hay ahora hacia los municipios es muy diferente al que había antes cuando entré yo en la alcaldía porque antes el color político del pueblo sí era un motivo para quedarte un poco al lado en cuestión de subvenciones, mientras que ahora yo creo que se trata a todos por igual.

– ¿Cuáles son los avances principales que se han logrado desde entonces?

– La evolución ha sido total, en todos los sentidos. Tanto a nivel de pavimentación, redes de saneamiento y captaciones de agua como a nivel de reforma de los entornos deportivos y las escuelas. Se ha ampliado el casco urbano, se ha construido un nuevo Centro de Salud y también urbanizaciones. Además, se le ha dado un auténtico lavado de cara a lo que antiguamente era el barranco del pueblo donde se arrojaba basura y que ahora luce como un jardín bien cuidado.

– ¿Cómo se despide de esta última legislatura?

– Sin duda ha sido de las más complicadas. El COVID-19 ha marcado mucho nuestro trabajo y también los varios cambios en la Secretaría que ha habido y que han frenado en parte el desarrollo de algunos planes. Aún así, ha habido avances como el cambio de alumbrado por iluminación LED, así como la rehabilitación de una vivienda señorial del siglo XVII que se está llevando a cabo para reconvertirla en una casa museo. También se han instalado en la cubierta del frontón palcas solares para hacer de Herce un pueblo más sostenible a la vez que ahorramos energía.

– En un pueblo que se sustenta de la actividad industrial que genera Arnedo, ¿cuál es el principal atractivo que puede haber en Herce para asentar población joven?

– Cierto es que más del 80 por ciento de la gente que vive en el municipio se desplaza cada día a Arnedo para trabajar en la industria del calzado, frente a unas pocas familias que viven de la agricultura, pero no es lo habitual. Aunque en Herce no haya industria ni oportunidades laborales como tal, Arnedo se encuentra a escasos minutos y eso es una ventaja para quien quiera residir aquí. Por otro lado, el colegio, que en algunas ocasiones ha estado a punto de cerrar, se mantiene con una decena de estudiantes y eso es un pilar importantísimo porque determina el futuro del pueblo. Además, contamos con red a Internet que facilita por tanto el teletrabajo.

– ¿Cuáles diría que son las carencias que todavía arrastra el municipio?

– Pues diría que ninguna, porque es un pueblo que tiene todos los servicios cubiertos. Sí que todavía hay cosas por mejorar, como pueden ser ciertas reparaciones en calles y en la pista deportiva o la reforma de la Plaza de la Diputación, que se ha quedado pendiente. En este último caso teníamos la licitación, pero se quedó desierta, así que esperamos poder adjudicarla y acometerla este año. Junto a esta obra, además, queremos levantar un local municipal para almacenar los vehículos y materiales del ayuntamiento.

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