El Rioja

En invierno también se vendimia

Barruntan los grajos sin necesidad de levantar en exceso la vista. Los 4 grados no requieren del refranero para reconocer que hace un frío del carajo. Corquete en mano, el frío se mete por el cuerpo, así que la faena, bien hecha, cuanto antes mejor. Es la vendimia de invierno. Porque en Rioja también se vendimia en enero. La cuadrilla: renque arriba y renque abajo con el objetivo de acabar cuanto antes la faena.

Gorros, chaquetas de lana, pantalones abrigados y botas robustas. Desde las nueve de la mañana, una parada para tomar algo caliente (líquido y sólido) a media mañana, y vuelta a la labor de una vendimia a cara del Cierzo, “que por suerte apenas está soplando, porque ayer no había quien parase del frío que hacía”, reconoce uno de los vendimiadores. Así está siendo un 25 de enero en Vivanco, que están metiendo en bodega las uvas conservadas en la vid con mimo tres meses más para crear su Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno.

Porque en Briones sopla algo menos el viento si se compara con el más expuesto San Vicente. O eso dicen a modo de consuelo. Cortan a toda velocidad, porque la baja temperatura es la clave de un proceso tan tradicional en La Rioja que no sería complicado encontrar un alto con uvas colgadas de las que se extrae un supurao que hace las delicias de los golosos. Las uvas deshidratadas se bajan de los altos, que comienzan a llenarse de chorizos y salchichones tras la matanza.

En Vivanco no disponen de tantos altos para una producción reseñable, así que se la tienen que ‘jugar’. “Debemos dejar la uva en la vid y esperar un tiempo adecuado para que podamos tener una cosecha en enero”, explica Artiz Espinosa, de Bodegas Vivanco. Es una uva esforzada, sacrificada, que pende de un hilo para seguir con vida y no caer al suelo. “Lo peor que nos puede pasar es el viento. Si sopla con fuerza, las uvas caen y nos podemos quedar sin nada que vendimiar”. Ya les pasó en el año 2013. No hubo Dulce de Invierno. “Es la única vez que nos ha pasado en los catorce años que llevamos haciendo este vino”, reconoce Espinosa.

La estrategia para este vino es mantener la calma, pero manteniendo un estado de alerta adecuado “por si nos tuviéramos que anticipar a situaciones complicadas”. Como pueden ser los fuertes vientos, las lluvias torrenciales, las nevadas intensas o incluso la excesiva humedad. “Lo mejor son días como el de hoy, fríos, secos, y sin excesiva humedad para poder vendimiar”, indica Aritz Espinosa, que reconoce que “este tipo de vinos se hace también fuera de Rioja, pero con variedades de uva blanca”. Lo que le confiere un sentido único a este Dulce de Invierno de Vivanco es que “la variedad blanca no tiene esos taninos y esos polifenoles que sí tiene la piel de la uva tinta”, dice Espinosa.

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