La UD Logroñés ha empatado frente al Atlético Baleares (0-0) y sigue sin salir del agujero. Es el cuarto empate consecutivo, lo que coloca a los de Las Gaunas con 21 puntos. Habrá que esperar al fin de la jornada para ver si sirve, al menos, para recortar un punto con los puestos de permanencia. El juego no ha sido del todo malo y las ganasa no han faltado, pero es que sin gol no hay fútbol.
Los pupilos de Natxo González llegaban con una racha de tres meses sin ganar, desde el 23 de octubre. Un auténtico mundo. Enfrente estaba un rival al que sí batieron en el mes de septiembre. Cuatro meses después, el panorama era muy distinto. Con la importante baja de Markel Lozano por sanción, los riojanos debían vencer a un rival directo para intentar salir del pozo. Vergés y Carlos Ramos, los nuevos fichajes, han salido como suplentes. El único cambio ha sido la entrada de Boniquet en mediapunta, con Keita y Sierra formando la sala de máquinas. Prácticamente los once de siempre para un duelo trascendental.
En un duelo por todo lo bajo, el buen fútbol no es precisamente lo más habitual. Con dos estilos similares, ambos equipos han buscado atacar por bandas y aplicar intensidad. Iñaki y Boniquet han sido los más destacados. Así, el calagurritano la ha puesto y Boniquet ha rematado de cabeza. A las manos de Lucas Díaz. De igual forma, el mediocentro lo ha probado en dos ocasiones más: un disparo raso desde la frontal atajado por el guardameta y otro al que Jorge Martínez-Losa no ha llegado por poco. Ese ha sido el caudal ofensivo de una primera parte donde el Atlético Baleares no ha hecho trabajar a Gonzalo.
La verdadera batalla ha estado en el centro del campo. Sierra se hacía hueco ante una maraña de piernas, mientras Keita también se ha fajado. Peor actuación de Zourdine, con varias pérdidas y reproches por parte de la grada. No ha estado demasiado afortunado el extremo. Menos han participado los delanteros centros, con el balón siempre muy lejos de Jorge Martínez Losa y Dioni, la referencia visitante. Corría el cronómetro y ante la falta de calidad, la grada se ha puesto nerviosa. Tímidos pitos y peticiones de testiculina a los suyos. A pesar del frío, la promoción de un acompañante por socio sí se ha notado.
Otro factor que no jugaba a favor de ninguno de los equipos era el césped. Levantado, más marrón que verde en algunas zonas. Un auténtico barrizal. Había que cambiar las cosas, así que Natxo ha sacado a Clau Mendes y al recién fichado Carlos Ramos. Buscaban los blanquirrojos el tanto a favor, pero a punto ha estado de llegar el visitante. Mano a mano de Canario, cara o cruz y el balón ha salido lamiendo el palo. Susto mayúsculo en los mejores momentos de carga local. A oleadas, la UD Logroñés conseguía despertar sensación de peligro. Claro que cada vez quedaba menos tiempo…
Foto: UD Logroñés
No podía faltar la polémica. Clau Mendes ha quedadosolo ante Lucas Díaz y le ha batido. Sin embargo, el asistente ha pitado fuera de juego. Muy, muy, muy dudosa, quizá el lateral le habilitaba. No hay VAR, en cualquier caso. A base de controlar el centro del campo, los riojanos daban pasos hacia el triunfo y el juego se convertía en un asedio. Tres saques de esquina consecutivos han hecho estallar a un Fondo Sur que tenía ganas de reventar. Un gol, tan simple y tan difícil. Ya iban más de 200 minutos sin anotar. 19 goles en 20 partidos. Un bagaje a todas luces, insuficiente.
Schutte ha sido el tercer argumento y el último de Natxo González. Otro día que no se agotan los cambios. Al final, el empate ha sido el resultado final y la próxima cita será frente al Bilbao Athletic en Lezama (domingo 12:00). Cuatro victorias, nueve empates y siete derrotas es el balance provisional de una temporada para olvidar.
