Agricultura

El futuro del sector agroalimentario pasa por la digitalización

El cambio climático, la falta de mano de obra y la digitalización serán claves para el sector

La Industria Agroalimentaria es uno de los principales sectores a nivel mundial. Solo en La Rioja, las cifras de negocio del sector alcanzan un 2,4 por ciento del PIB, pero el balance del 2022 no ha sido del todo positivo, es más, “ha sido un año difícil”, describe Juan Francisco Delgado, codirector del Máster de Formación Permanente en Transformación Digital e Innovación en el sector agroalimentario de UNIR, vicepresidente de la Fundación Europea para la Innovación y máximo responsable de la Smart Agrifood Summit, principal evento del sector Agrifood en el mundo.

La guerra de Ucrania llegó justo cuando el sector empezaba a salir de la pandemia, momento en el que ya existía tensión en los márgenes de los precios. El inicio del conflicto bélico, la posterior subida de los combustibles, el aumento del precio de los fertilizantes, un 300 por ciento más, y el coste de la energía, complicó la rentabilidad de los cultivos.

Por si esto fuera poco, el cambio climático y su consecuente sequía ha traído de cabeza al sector, teniendo un efecto directo sobre las cosechas y reduciendo la producción. Además, el calor extremo, “nunca antes sufrido”, y los desastres naturales que llegaron con inundaciones y granizo “han producido mucho daño en las cosechas”.

Delgado también hace hincapié en una cuestión que, parece, va a ir incrementándose conforme avance la recuperación: la falta de mano de obra. “Este año se ha notado mucho, sobre todo en la recolecta de varios cultivos, y en 2023 va a hacerse más patente. La revolución silenciosa de la llegada de maquinaria y automatización está haciendo que nos encontremos con más gente sin cualificación”.

Digitalización y sostenibilidad

Aún con todo, las previsiones económicas para este año recién estrenado son, “aunque haya un ajuste de precios, que lo va a haber por la caída de la inflación, la moderación del coste de los combustibles y de la energía y la bajada del IVA, una estabilización de los precios, lo que significa que volveremos a un crecimiento de la demanda”.

Respecto a la perspectivas del sector, cabe destacar la llegada del PERTE agroalimentario (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica), que va a revitalizar el nivel de transformación digital y de lucha contra el cambio climático ya que, “partimos de un nivel muy bajo, sobre todo en la agricultura primaria”. Una iniciativa que conlleva una inyección importante de para transformar digitalmente toda la industria agroalimentaria. “La industria del vino va a ser una de las más beneficiadas”.

Juan Francisco Delgado

Juan Francisco destaca la introducción de sensores en los propios cultivos, sistemas de recogidas de los datos de riqueza del suelo, “en el caso de la uva, el nivel óptimo de la maduración”, o cuánta cosecha va a haber. Además, “la Inteligencia Artificial permitirá adaptar la producción a los gustos de los consumidores y la introducción de robótica posibilitará contar con una base de datos de forma que, desde el móvil, agricultor y productor puedan controlar todo lo que pasa en su finca.

Además, el Gobierno ha aprobado este PERTE para impulsar la competitividad, la trazabilidad y la sostenibilidad del sector agroalimentario. Una sostenibilidad que para algunos se ha convertido en una moda, “pero es una necesidad imperiosa. El que los productos sean respetuosos con la naturaleza y que adopten medidas de protección del medio ambiente es un valor añadido y eso es algo que el consumidor va a ir pidiendo cada vez más, de manera generacional, y no por moda”.

Pero la ayuda del PERTE no es la única de cara a los agricultores y productores riojanos. Desde UNIR, y a través de su Máster en Transformación Digital en el Sector Agroalimentario, podrán descubrir cómo desarrollar e implantar las tecnologías, los procesos y los productos de nueva generación que se están desplegando en la Industria Agroalimentaria en cualquiera de las tres partes de la cadena agroalimentaria (producción, transformación y distribución), así como su impacto en las personas.

“El objetivo es ayudar a los profesionales de este sector que cada vez se demandan más. Esta demanda va a crecer en estos años y queremos apoyar a las empresas y a los profesionales a avanzar en algo que es una revolución que ya está ocurriendo y, a su vez, colocar a España a la cabeza también de este progreso”.

Tendencias Agrifood

Nada está escrito y, como bien explica Juan Francisco Delgado, las tendencias están condicionadas por la guerra, la inflación, la situación económica, el cambio climático…, pero lo que está claro es que hay que trabajar para darle de comer a más gente con menos recursos. “Dentro de 30 años vamos a ser dos millones más de personas y todas tienen que comer, pero el planeta tiene unos recursos limitados…”.

Por ello, uno de los principales objetivos es la búsqueda de proteínas alternativas. Alternativa en vegetales, incluso carne artificial o carne hecha mediante procesos industriales, cuyo uso es cada vez más común. Además, trabajar en la comida alternativa derivada de plantas.

Delgado habla también de la agricultura vertical, es decir, la denominada ‘indoor’ o cultivada en el interior, con condiciones de agua y luz muy controladas al igual que la aparición de plagas. Sin olvidar la bioagricultura, relacionada con la ingeniería genética. “Para las semillas, este tipo de ingeniería está adquiriendo una importancia tremenda. Hay que trabajar para sacar especies más resistentes al calor, más resistente a las temperaturas extremas, más resistentes a la sequía y más resistentes al tipo de agua que se utiliza”.

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