El Rioja

El taller de Basilio Izquierdo entre vinos de pieles e inconformismos

El taller de Basilio Izquierdo entre vinos de pieles e inconformismos

Basilio Izquierdo en su bodega ubicada en Laguardia. | Fotos: Leire Díez

Manchego de nacimiento, bordelés de formación y riojano de adopción. Basilio Izquierdo (Ciudad Real, 1947) siempre está en busca de pruebas y experimentos, “siempre enredando”. Y como enólogo que se preste, siempre catando. “Y para hacerlo bien lo menos hay que darle una decena de tragos a la copa. El primero no sirve de nada, simplemente para pasar la lengua por el paladar y mojar la boca. Ya en el segundo trago empiezas a tener una idea de lo que te vas a encontrar en ese vino y los sucesivos ya son para perfeccionar”. Palabra de enólogo, palabra de maestro.

Sin viñas pero con bodega, asentada a las afueras de la villa de Laguardia, hace de su sala de depósitos y barricas su taller, su rincón de pensar. De probar y de disfrutar. En 2007 puso punto y final a trabajar con miles de barricas para manejar apenas un centenar desde su pequeño laboratorio. “Aquí experimento, trabajo a mi ritmo, con mis ideas y mis inquietudes”. Sobre una pared descansan las pieles con las que elabora su ‘orange wine’ desde hace siete u ocho vendimias. También continúa con las burbujas que tantas alegrías le han dado y no se aleja de las largas crianzas. Llegó el momento de máxima expresión de Basilio y todo de la mano de viticultores a los que compra esa uva selecta. De Tudelilla a San Vicente de la Sonsierra, pasando por Laguardia, Labastida y Briones.

Dese la sala de depósitos da otro trago a ese vino que ya está llegando a su fase final. Es un conjunto de varias cosechas elaborado con los descartes de los mejores de la casa, como es El Altísimo o los B de Basilio, que va a renovar etiqueta para pasar del Acodo Clarete a Cuvée Especial. “O no sé, porque seguimos probando y mi hija quiere buscar nuevos diseños. Cosas de marketing y nuevos mercados, ya sabes”. Pero lo que tiene claro Basilio es que hay que desterrar la idea de que la mezcla de cosechas sea algo malo: “En Rioja hay costumbre de remarcar la añada y ni una cosa ni la otra están mal porque por un lado está el vino de ‘coupage’ y por otro el vino de cosecha”. Aunque el ‘coupage’ le ha acompañado en la mayor parte de su vida.

De Burdeos, donde pasó cuatro años de su juventud en la Escuela de Enología, recibió en 2016 el reconocimiento por ser uno de sus 50 alumnos excepcionales. “Imagínate la cara que se me quedó al leer ese correo electrónico de la asociación de antiguos alumnos. Porque en casi 60 años mira si han pasado enólogos por allí… unos dos mil y pico”. Lo cierto es que sabía desde el principio que su proyecto de vida iba a girar en torno al vino, ya que apenas duró un año en la Facultad de Farmacia.

Libro editado por la Escuela de Enología en el que se reconoce a Basilio Izquierdo como uno de los 50 alumnos excepcionales.

Y tras hacer buenas migas allí, su camino se topó en Rueda durante cuatro o cinco vendimias. La primera, la del 72, la debió haber pasado en California para completar sus estudios, pero una cancelación del vuelo redirigió a este joven a las viñas de verdejo ovidadas y repartidas por estos lares de la mano de Marqués de Riscal, quien puso en el mapa esta uva autóctona promoviendo que los blancos entraran en efervescencia en el país. “Preguntábamos y resultaba haber una viña por aquí, otra por allá, pero nadie les prestaba apenas atención. La verdejo resultaba ser una uva que no tenía buena aceptación entre los agricultores porque daba mucho trabajo y apenas tenía rendimiento económico, como ocurrió en Rioja por aquella época con la garnacha blanca”.

No le bastó con formar parte del impulso de esta reina blanca autóctona que en CVNE, donde desarrolló su principal trayectoria profesional como director técnico (32 años), fue el inventor del OVI (objeto volante identificado), con el fin de trasladar las uvas a los depósitos sin golpearlas y también trajo la primera prensa neumática a Rioja, entre otros avances. Ahora maquina cómo crear una prensa vertical con una membrana para que haya una superficie irregular que se ajusta bien en lugar de un plato fijo. “Nunca me he conformado y esa es la clave de cómo he llegado hasta donde estoy”.

El presicriptor británico Tim Atkin lo reconoció como la leyenda de la enología en su ‘Special Report 2022’, pero Basilio no se considera como tal. ¿Y cómo se define en Rioja? ¿Referente? ¿Figura histórica? “No sé cómo me definene, la verdad, pero una vez me dijeron que era más importante en Burdeos que en Rioja e igual es verdad”, ríe. Pero reconoce que forma parte de la nueva Rioja. “Un amigo enólogo me visitó al poco de montar mi propia bodega, cuando apenas tenía quince o veinte barricas, y me dijo que lo que allí hacía era lo que tenía que hacer Rioja, esas elaboraciones artesanales y limitadas. Ahora que es más habitual verlo puedo decir que formo parte de esta Rioja diferente”.

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