Mañana de madrugar aunque sea fiesta, calzarse rápido y, con las legañas todavía en los ojos, correr al árbol como si no hubiera un mañana. Este ha sido el ‘modus operandi’ en las casas riojanas esta jornada.
Y como cada vivienda es un mundo y la entrada no se antoja igual de accesible en todas, Sus Majestades han tenido que tirar de imaginación para que nadie se quedara sin regalo. Venir desde el Lejano Oriente en camello tiene mérito, pero hay veces que los pobre animales no pueden sortear las dificultades de las infraestructuras así que, qué mejor que un Seat 600 para llegar a los lugares más difíciles.
Eso sí, tal como vinieron se van, es decir, montados en sus camellos, así que han decidido dejar aparcado su SEAT 600 en un parking de Logroño para el año que viene volverlo a utilizar. Además, hay algún que otro regalo que no han podido entregar, nada que no puedan solucionar sus pajes riojanos.
