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Ampliar horizontes y buscar la autoestima del mundo rural

Inés García estudió Filosofía. Nacida en Arnedillo y con su familia paterna también presente en el mundo rural, siempre había tenido una especial inquietud por el problema de la despoblación. Por eso, en cuanto vio en redes sociales que el Gobierno de La Rioja buscaba jóvenes para un proyecto relacionado con esa temática, decidió presentarse. “Fue como caído del cielo porque siempre había querido hacer algo así, y además hacerlo en mi comunidad era perfecto”.

La ilusión fue máxima cuando la seleccionaron para participar. “Yo entré en el grupo que llamamos de Ciudadanía y enseguida nos centramos en plantear los problemas que veíamos en el ámbito más cultural”. Es consciente de que el problema es difícil de abordar, pero raudos se pusieron manos a la obra.

“Yo sólo tenía conocimiento de lo que pasaba en el valle del Cidacos y a veces estamos un poco alejados del resto de los valles riojanos”, detalla. Así, de la mano de sus compañeros de grupo, empezó a conocer el resto de la problemática del mundo rural riojano. “Fue un orgullo poder enseñar a mis compañeros cómo es mi valle y los problemas que tenemos aquí”.

El intercambio de conocimiento ha sido continuo durante los últimos meses. “Hemos aprendido mucho de metodología en la innovación social”. Además, han aprendido a “llevar a tierra” las ideas que han ido proyectando a lo largo de las semanas. “Han sido muchas reuniones para poner en marcha el prototipo y, aunque ahora es un proyecto piloto, la idea es que vaya mucho más allá”.

A través del proyecto que han llevado a cabo -centrado en Ventosa y el oficio de los tratantes-, Inés reconoce que ha recibido mucho más de lo ofrecido. “Hemos ampliado nuestro horizonte, hemos conocido características concretas de otras zonas de La Rioja y, ahora, personalmente a mí, me sigue picando el gusanillo de seguir teniendo contacto con esos municipios. Cualquier evento cultural que hay en alguna zona de La Rioja supone una oportunidad de seguir conociendo La Rioja”. Arraigo en estado puro.

La idea la tenían clara. “Había que dar voz a esas personas que habitualmente no la tienen, demostrar que el conocimiento es universal y que no hay jerarquías, que está de la misma manera en el mundo urbano y en las universidades que en el mundo rural. Muchas veces piensan que no tiene nada que contar y ha sido habitual encontrarnos con la frase de ‘¿pero a quién le va a interesar eso?'”.

Por eso Inés está feliz con el proyecto. “Hemos conseguido transformar, de alguna manera, a esas personas y que sientan que su día a día es importante”. Historias de juventud, tradiciones, oficios, costumbres que se van perdiendo y que este proyecto ha querido poner en valor y recuperar.

El proyecto tiene visos de futuro. “Hay muchas temáticas que se pueden abordar a partir de ahora. Por ejemplo, las danzas. Daría pie a hacer lo mismo que hemos hecho con Ventosa con muchos más municipios con el objetivo de reunir a la gente que esté implicada en las temáticas, hacer mesas de diálogo y unirlos en proyectos comunes. Aunque La Rioja es muy pequeña, es muy diferente y muy diversa. Es importante conocer las características y los problemas de todas las zonas para poder solucionarlos”.

La idea final del proyecto pasa por crear una web en la que escritos, audios y relatos queden recogidos de manera geográfica o por temas, formando así uno ‘museo vivo’ en el que cualquiera pueda recuperar la información recogida y conocerla de primera mano. “La intención es que esa sea la segunda fase del proyecto”.

Además de todo lo aprendido, para Inés ha sido importante que se haya pensado en los más jóvenes para llevar a cabo este proyecto. “Somos el futuro de La Rioja y muchas veces la gente dice que a los jóvenes nos dan igual estas cosas, pero hemos demostrado que a muchos nos interesan y que tenemos mucho que decir. Nosotros somos el relevo generacional del que tanto se habla y es importante que cuenten con nosotros para estas cosas”.

Así, a través del G30 Joven se ha demostrado que hay jóvenes que se implican con lo que pasa en La Rioja. “Hemos conocido a través del trabajo realizado a muchos jóvenes con los mismos intereses que no son otros que divulgar nuestra cultura, nuestras costumbres y las maravillas que se pueden hacer también en el mundo rural”.

Inés lo tiene claro. “Cuando creces en el mundo rural, a veces tienes que oír aspectos peyorativos como que quedarse en el pueblo es fracasar y que el éxito sólo puede conseguirse en las ciudades. Nada más lejos de la realidad”. Promover la autoestima en el mundo rural ha sido su apuesta y el trabajo está conseguido.

*Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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